El Valencia CF encarga a MC2 el proyecto de la estructura de Mestalla a una semana de empezar las obras

El Valencia CF encarga a MC2 el proyecto de la estructura de Mestalla a una semana de empezar las obras

El Valencia CF, a través del despacho de arquitectura Fenwick Iribarren, ha adjudicado el cálculo de la estructura del nuevo Mestalla a la empresa MC2 después de haber recibido fuertes críticas por su proyecto presentado al Ayuntamiento el pasado 11 de octubre por parte de al menos tres ingenieros de Caminos, que lo tacharon de "patraña". Es decir, el VCF todavía no tiene calculado el precio de la estructura del nuevo campo, cuyas obras comienzan la semana que viene después de haber estado paradas 16 años. MC2 pertenece al grupo Typsa, empresa de consultoría referente a nivel nacional e internacional, y su trabajo consiste ahora en el diseño y cálculo de las zonas de acceso y zócalo, la estructura de cintas de fachada, torres de escalera para acceso y evacuación, y las modificaciones para la adaptación de la obra construida a la nueva normativa.

La presentación del proyecto de ejecución antes del pasado 12 de octubre era uno de los requisitos establecidos en la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento. "El proyecto del día 11 de octubre es una patraña y el Ayuntamiento debería ahora caducar la licencia porque ese proyecto de ejecución no se corresponde con la Ley 3/2004 de Ordenación y Fomento de la calidad de la Edificación", afirma Rafael Rueda, ingeniero y profesor de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), después de haberlo analizado durante meses desde el punto de vista estructural junto a su colega Ernesto Colomer, también profesor en la UPV. El proyecto del nuevo Mestalla fue presentado por el Valencia CF después de que el Consistorio le concediera al club la licencia de obras el 12 de julio y el 27 de ese mes le aprobara las fichas urbanísticas con el apoyo de todos los grupos políticos.

Vicent Molins. Valencia

El análisis demoledor de Rueda y Colomer es compartido por el del decano de los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos valencianos, Javier Machí. Preguntado al respecto, el despacho de arquitectos Fenwick Iribarren se remite a su vasta experiencia en la construcción de grandes estadios por todo el mundo y a la rueda de prensa prevista para el día 10 por parte del club de Mestalla.

La propuesta presentada ante el Ayuntamiento por el VCF presenta tal cúmulo de errores, según estos expertos, que como obra pública "no sería aprobada", detalla Rueda. "El ejemplo es el polideportivo de Benicalap [que debe ofrecer el VCF a la ciudad]: no le dan la licencia por los errores. Pero los técnicos municipales no están capacitados para analizar estructuras de tanta envergadura". La nueva normativa de julio de 2021 relativa al acero, material corrosible, no se ha aplicado. "Las hojas de cálculo son de 2020 y no se han revisado. La nueva normativa exige que el acero esté a mayor profundidad; hay que revestir todos los hormigones". "Con 15 años a la intemperie", insiste Colomer, "el acero estará corroído y puede expandirse. El recubrimiento con hormigón del acero ha de ser más espeso que cuando se hizo el proyecto. Eso obliga a recalcular la estructura".

Víctor Romero. Valencia

El precio calculado en el proyecto del nuevo estadio, 300 millones, no ha incluido la reparación de la estructura de 15 a 17 años de deterioro por haber estado a la intemperie. "Supondría un 1% (2 millones)", ha respondido el VCF, pero eso no coincide con el cronograma de las obras, según los expertos: "Si son 30 meses para acabar el estadio y nueve los destinas a trabajos previos, eso sería el 30% y no el 1%", detalla Colomer. "Es imposible que suponga un 1% del presupuesto. Puede variar en decenas de millones de euros. Picar las losas, dejar al descubierto la armadura y restituir el hormigón", detalla Rueda.

El proyecto tampoco ha incluido la parte de las instalaciones, según reconoció la directora financiera, Inma Ibáñez, en la pasada junta de accionistas. Es decir, los cables de luz, la fontanería, el agua corriente, los marcadores, el internet... "Todo eso debería haber sido analizado por un ingeniero Industrial, no por nosotros", dice Colomer. En los últimos 15 estadios construidos en España ha habido un sobrecoste del 43%.

La auditoría prevista por el Ayuntamiento está a cargo de Vielca, una empresa valenciana sin experiencia en grandes estadios. Estudiará la parte presupuestaria, no la técnica. Su veredicto se conocerá ya con las obras empezadas. La constructora que, en principio, llevará adelante las obras es Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), una de las mayores del mundo, propiedad de Carlos Slim y de las hermanas Koplovich. La constructora valenciana Bertolín se retira.

Cayetano Ros. Valencia

¿Qué hacer ahora? "Parar y pensar las consecuencias para el club. El Valencia CF es una empresa privada con enfoque social para lo que les interesa y con enfoque privado para lo que les interesa", expone Colomer. El ingeniero Antonio Marí, una eminencia en el campo, dice que para las estructuras abandonadas más de siete años, la solución óptima sería la demolición porque picar el hormigón y restituirlo resultaría muy caro. "Son entre 15 y 17 años de abandono, expuesto a la lluvia y las incidencias ambientales", subraya Rueda.

Los dos ingenieros consultados apuestan por reformar el viejo Mestalla. "Lo mejor para la ciudad es quedarse en Mestalla", afirma Rueda y expone una serie de razones: "Lo primero, es la mejor ubicación posible. Lo segundo, la Avenida de Aragón será en unos años un gran centro de comunicaciones, todo soterrado, una especie de estación central para desplazarse en tren. Lo tercero, hay posibilidades comerciales en el viejo Mestalla: 10.000 metros cuadrados en la avenida de Aragón y otros 20.000 en los fondos. Además, la rehabilitación de Mestalla es factible y más barata: el primer anillo es de 1978; el intermedio es parte de los años 80 y parte de los 50; la tribuna y el anfiteatro es de los 50; y el tercer anillo es de los 90, la reforma de Paco Roig. Es el único club del mundo que en 2001 acomete una rehabilitación y en 2002 quiere un nuevo estadio. Y por último, el terciario del nuevo estadio ya está vendido por 40 millones a Atitlan y no hay más negocio".

Cayetano Ros. Valencia

¿Deberían tocarse los cimientos del viejo Mestalla? "Hay sistemas de perforaciones, pero para el anillo de los años 50. Los mayores esfuerzos irán a los forjados. Los pilares están muy juntos. Son estructuras muy sencillas. Mestalla es la solución. El nuevo sería la muerte del club", concluye Rueda. "No se tocarían los cimientos como tampoco se han tocado en el Bernabéu, Anoeta, Villamarín o La Cerámica", insiste Colomer. "Primero habría que reforzar la estructura, segundo la cubierta, tercero terminar el estadio por fuera. Tiene siete alturas y 10.000 metros cuadrados de explotación comercial de un hotel, además de otros 12.000 metros cuadrados de terciario en cada fondo. Ninguna altura descansa sobre la anterior. Son anillos. Las posibilidades de reforma son infinitas. Con la compatibilidad con la práctica deportiva durante tres o cuatro años. A 2.000 euros la butaca, 50.000 asientos, la reforma costaría 120 millones".



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