Situado justo en la desembocadura del río entre el país luso y España, esta localidad portuguesa tiene edificios preciosos en el casco histórico y un entorno natural increíble que la hacen perfecta para una escapada rural.
En la frontera entre España y Portugal hay localidades preciosas que son perfectas para una escapada rural. Además, a orillas del Miño, que separa el país luso de Galicia, hay algunas de las más bonitas, como ejemplifica de manera perfecta Caminha. Esta increíble villa no solo se encuentra en la desembocadura del río en el océano Atlántico, sino que también cuenta con auténticas joyas arquitectónicas que la hacen muy especial.
Este impresionante municipio situado en el margen meridional del Miño está dividido en 14 freguesías, pero la más conocida y poblada de todas es la que le da nombre. El pueblo de Caminha está repleto de encanto, lo que se puede comprobar en todos y cada uno de los rincones del pueblo. Sus calles empedradas del centro urbano contrastan con las casas de pescadores a orillas del río, lo que hace de la villa un lugar pintoresco.
Caminha, la joya a orillas del Atlántico y del río Miño
En el casco histórico fortificado de Caminha destaca la monumental Torre del Reloj del siglo XII, la única de las tres que un día se erigieron en el castillo y la muralla del pueblo. Da acceso al centro de la localidad, y tras pasar por debajo de ella descubrirás justo a la derecha la Iglesia de la Misericordia del siglo XVI, un austero pero bonito templo. Pero la verdadera joya religiosa de la villa es la Iglesia Matriz, un precioso edificio gótico que data del siglo XVII.
Tampoco puedes dejar de visitar la Capilla de Nuestra Señora de la Agonía, una pequeña joya del siglo XVIII, ni tampoco la extraordinaria Fuente de Caminha, que se encuentra justo enfrente de la Torre del Reloj y que data del siglo XVI. Además, entre las callejuelas del pueblo te toparás con la Casa de Pitas, un palacete neomanuelino del siglo XVII, y también podrás tener unas vistas panorámicas impresionantes desde los miradores que están repartidos por el centro.
Tras pasear por las preciosas calles y plazas de la localidad, es hora de salir del centro histórico para conocer los enclaves que hay cerca de Caminha, que son igual de impresionantes. El gran ejemplo de las maravillas que hay a pocos kilómetros del pueblo es el impresionante Fuerte de Ínsua, una fortificación militar del siglo XVII erigida en una solitaria isla justo en la desembocadura del río Miño en el Atlántico.
Cómo llegar a Caminha
Para llegar a Caminha desde la ciudad de Vigo, tienes que coger la AP-9 (Autopista del Atlántico) hasta la localidad de Tuy, donde hay que tomar la A-55. Tras cruzar el Puente Nuevo que une dicho pueblo con Valença, hay que tomar la N13, que te llevará directamente a la preciosa villa. El trayecto dura aproximadamente una hora por carretera.
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