Cuando en 2021 Álvaro Alonso y sus dos compañeros del ciclo formativo en Acuicultura impulsaron el proyecto Asga Acuicultura jamás imaginaron la bronca que se iba a abrir entre el Gobierno del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Villaviciosa. Ahora, las dos instituciones, ambas en manos del PSOE, se han enzarzado en una disputa por la cría de almejas -la iniciativa de los estudiantes- en la ría del pueblo. A un lado, el Consistorio, que cuenta con el respaldo de los ecologistas y al otro, el Gobierno regional, que con el aval de diferentes informes técnicos, ha dado luz verde al proyecto. En medio, los mariscadores de toda la vida, que no entienden por qué a ellos no se les permite faenar en el enclave, pero sí se autoriza a los estudiantes.
El último golpe en esta batalla lo ha dado el Consistorio, que anunció a finales de diciembre que estudiaba "acudir a los tribunales para evitar el proyecto". "El Gobierno municipal respeta la resolución administrativa que la Dirección General de Pesca justifica por los informes técnicos favorables, tanto de la propia Consejería como de otras administraciones como Costas, pero reiteramos nuestra abierta discrepancia, y nuestra oposición a la implantación del proyecto presentado", subraya el Ayuntamiento en un comunicado. Hijos, precisamente, de mariscadores, estos tres alumnos del ciclo formativo se propusieron recuperar el cultivo de almeja en la ría de Villaviciosa. Y van por el camino de lograrlo.
El cultivo de almejas es una actividad prohibida en la ría desde hace catorce años por problemas de contaminación derivados de la presencia de una bacteria relacionada con aguas fecales. La autorización emitida por el Gobierno de Adrián Barbón tras tantos años de parón es lo que ha revuelto a otros mariscadores y a los ecologistas. "Se piensan que nosotros somos una empresa enorme, y nada más lejos de la realidad, esto es prácticamente autoempleo", señala Alonso.
La euforia y satisfacción de haber conseguido sacar adelante el proyecto se ve empañada por la polémica levantada en los últimos meses: "Es una guerra política en la que no quisiéramos estar. En el proceso se ha escuchado a todo el mundo y las garantías han sido totales". La tristeza impregna la voz del asturiano: "Llevo más de 50 años en la ría y mi padre era mariscador"
La tesis que defienden Ayuntamiento y ecologistas es que los niveles de contaminación no son aptos para el cultivo. "La zona donde se ubican las parcelas del proyecto se encuentra dentro del área de análisis periódicos a la carne de molusco, que presentan valores muy altos de contaminación orgánica y lo hacen inviable al consumo humano. Y por ello sigue vigente la prohibición del marisqueo, no es lógico que se pretenda crear un parque de preengorde de moluscos bivalvos", plantea el Gobierno local en su comunicado. Por su parte, la consejería de Medio Ambiente del Principado matiza a El Confidencial que "el proyecto es para la cría, no para el engorde de almeja". "No es lo mismo. La cría está avalada por informes técnicos, por eso se ha autorizado desde el Principado, porque lo contrario sería prevaricación", remarcan.
Los ecologistas también inciden en que solo se va a permitir la explotación de Asga, perjudicando al resto de mariscadores. Pero el Principado aclara que la empresa es la única que ha planteado un proyecto y solicitado la cría. El Consistorio, por su parte, sostiene que "el proyecto parece ajeno a la realidad histórica de la ría y al sistema de explotación tradicional (...) por lo que reiteramos que la prioridad debe ser la recuperación del marisqueo tradicional que venían desarrollando los mariscadores".
Los trabajos planteados por Asga en la ría consisten únicamente en la cría, precisa Álvaro Alonso. Después, prevén llevar las almejas hasta otros parques de engorde, principalmente los que hay en Galicia. "Es algo que se ha hecho ya. Incluso se han llevado a Galicia crías desde otros países, esto sería incluso más fácil por la cercanía", puntualiza. El proyecto autorizado por el Principado permitirá a la empresa explotar 2.420 metros cuadrados de la ría durante diez años.
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Marta Nevot
Otro de los argumentos que esgrimen los ecologistas y el Ayuntamiento para frenar la iniciativa es la especie de almeja que se cultivará. El proyecto plantea la cría de almeja fina y de almeja japonesa. Y es en esta última en la que han puesto el foco el Consistorio y los ecologistas. Las dos partes denuncian el peligro de la especie. "Podría devaluar la recolección de la almeja autóctona, ya que la almeja japónica es muy invasora, por lo que desterraría a la autóctona", defienden desde el Ayuntamiento.
Sin embargo, Alonso niega que la almeja japonesa pueda suponer ningún problema para la fina. "Esta especie está en nuestras rías desde hace mucho tiempo ya, pero no es una especie invasora", recalca y añade: "En Galicia se planta desde 1970, y cada año tienen que plantarla de nuevo, si fuera invasiva, no haría falta volver a plantar". Aunque el fuego cruzado entre administraciones resuene, el proyecto está a un paso de hacerse realidad. La burocracia es el último obstáculo al que los tres alumnos hacen frente. "Llevamos más de tres años de papeleo y prácticamente es imposible llegar a la temporada de 2025", reflexiona el acuicultor. El momento ideal para sembrar es en marzo, pero Alonso ve imposible tener todos los papeles arreglados para ese momento.
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