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Elon Musk realiza el saludo nazi en la celebración de la investidura de TrumpInvestidura de Donald Trump en Washington | El nuevo presidente de Estados Unidos confunde a España con un miembro de los BRICS
La reciente actuación de Elon Musk, propietario de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), durante la investidura del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado una ola de reacciones en el ámbito político español. Varios dirigentes de la coalición Sumar han decidido abandonar la plataforma en señal de protesta.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, anunció su retirada de X tras considerar que la plataforma se ha transformado en un "mecanismo de propaganda" que utiliza algoritmos para influir en la opinión pública.
A esta decisión se sumaron otros miembros del Ejecutivo. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, manifestó que X se ha convertido en "el altavoz de una oligarquía de extrema derecha" que promueve el odio y la desinformación.
Por su parte, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, calificó el gesto de Musk como una "declaración de intenciones" y señaló que la plataforma ha dejado de ser un espacio de intercambio de opiniones para convertirse en "el negocio de la desinformación".
Esta tendencia no es exclusiva de España. Recientemente, los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores de Alemania anunciaron su retirada de X debido a preocupaciones similares sobre la dirección que ha tomado la plataforma bajo la gestión de Musk.
Defender la democracia es dejar de utilizar herramientas que la debilitan.Nos seguiremos leyendo en otras plataformas. pic.twitter.com/q3EtdqsaCB
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) January 21, 2025
Además, diversas organizaciones ecologistas, como Ecologistas en Acción, Amigas de la Tierra y Greenpeace, han decidido abandonar X, denunciando que se ha convertido en "un peligro para la democracia" y que promueve discursos ultraderechistas y desinformación.
La salida de estos actores políticos y sociales refleja una creciente preocupación por el papel de las redes sociales en la difusión de información y su influencia en la opinión pública, especialmente cuando sus propietarios adoptan posturas controvertidas que pueden afectar la percepción y confianza de los usuarios en dichas plataformas.
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