Andalucía aprovechará los residuos del olivar para relanzar la industria del biogás

España es uno de los países europeos con mayor potencial de desarrollo del biogás y biometano (gases renovables obtenidos de los residuos orgánicos) pero se encuentra a la cola en su utilización por la falta de plantas transformadoras. Las principales asociaciones del sector llevan años advirtiendo de esta contradicción y reclamando una apuesta de las administraciones públicas para facilitar este desarrollo.

Andalucía es, después de Castilla y León, la comunidad con mayores posibilidades de aprovechar esta nueva industria que reciclaría los residuos del campo y permitiría no sólo crear nuevas empresas y empleo sino solucionar un problema que lleva años dando muchos quebraderos de cabeza a los agricultores y ganaderos como es el tratamiento de esos residuos, el alperujo en el caso del masivo olivar, lo que ha provocado numerosas sanciones de la UE.

Actualmente en esta región solo hay 21 plantas de producción de biogás, que aportan unos 33 megavatios. Esa cifra supone una mínima parte de los 12.500 megavatios de potencia eléctrica renovable instalada en esta comunidad, donde el 61% de la potencia total instalada para la generación eléctrica procede ya de fuentes limpias (principalmente solar y eólica).

Por eso, tanto la Junta de Andalucía como el propio sector creen que ha llegado el momento de relanzar esta energía que aprovecha los residuos del campo y construir plantas más avanzadas capaces de producir biogás para inyectarlo a la red de gaseoductos, teniendo en cuenta que el gas natural es la segunda fuente de energía de mayor demanda en la comunidad andaluza.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, en la presentación de la Alianza Andaluza por el Biogás.

Esta semana se presentó en Jaén, principal provincia olivarera mundial, la Alianza Andaluza por el Biogás A2Bio, que quiere seguir la estela de la exitosa Alianza Andaluza por el Hidrógeno Verde que se está desarrollando en Huelva y Cádiz.

Esta alianza cuenta con unas noventa entidades adheridas entre las que se encuentran empresas, asociaciones de empresas, universidades o centros tecnológicos, así como el apoyo decidido del Gobierno andaluz.

El propio presidente regional, Juanma Moreno, acudió a la presentación de esta alianza acompañado de hasta tres consejeros para demostrar su interés: Jorge Paradela (Industria, Energía y Minas), Ramón Fernández-Pacheco (Agricultura) y Catalina García (Sostenibilidad).

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Además de las 21 plantas existentes, en Andalucía hay en marcha medio centenar de proyectos empresariales de biogás que supondrían una inversión de 1.400 millones de euros y la creación de 3.500 puestos de trabajo. De ellos proyectos, 41 están ya en tramitación por valor global de 840 millones de euros y 2.000 empleos, según datos de la Administración autonómica.

Los últimos proyectos anunciados son los de Biomargas, empresa líder en la producción de biometano, quien informó hace tres meses una inversión de 60 millones de euros para la construcción de dos plantas en la provincia de Córdoba, ubicadas en Cabra y Castro del Río, que se unen a sus proyectos en marcha en Fuente Obejuna (Córdoba), La Campana (Sevilla), en Almería y en la localidad jiennense de Linares.

Al igual que esta compañía, son numerosas las empresas interesadas en estos momentos en la construcción de nuevas plantas de biogás y biometano por todas las provincias.

En total, de los 50 proyectos existentes en Andalucía, la provincia de Jaén concentra 23 nuevos proyectos, casi la mitad del total regional y también de la inversión, con alrededor de unos 710 millones, a lo que se suma que es la provincia con mayor número de proyectos en tramitación, hasta 16, y con una inversión asociada de unos 563 millones de euros.

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Sin embargo, esos 50 nuevos proyectos en marcha en Andalucía son solo una parte de las 334 posibles plantas que podrían instalarse en la comunidad, según la Asociación Española del Gas (Sedigas), cuyo presidente, Joan Batalla, acudió en Jaén a la presentación de la Alianza Andaluza.

Según explica a El Confidencial, si se llevaran a cabo todas estas plantas la inversión se elevaría a 5.500 millones de euros, con la creación de 70.000 puestos de trabajo en la fase de construcción, más unos 8.000 empleos directos e indirectos en operación y mantenimiento.

“Esto no solo ayudaría a solucionar el problema de los residuos del campo sino que crearía empleo en el mundo rural y ayudaría a asentar la población en los pueblos, como un ejemplo perfecto de economía circular”, explica.

Además, con esta producción de biogás se podría cubrir el 100% del consumo de gas natural en el sector doméstico e industrial en la comunidad andaluza. Por otra parte, ayudaría a solucionar el gran problema de los residuos agrícolas y ganaderos.

En términos similares se expresa el presidente de la Asociación Española del Biogás (Aebig), Luis Puchades, quien recuerda que en toda Europa hay más de 20.000 plantas de biogás y 1.500 de biometano porque en otros países se dieron cuenta de su potencial no solo energético sino para diversificar los ingresos del sector primario.

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“Es una gran oportunidad para una potencia agroalimentaria como Andalucía, donde los productores del sector olivarero, del cárnico, del vino, de cereales, etc. van a poder beneficiarse de este tipo de proyectos”, explica.

Ambos representantes insistien en la importancia de la colaboración público-privada para relanzar esta nueva energía renovable, facilitando estos proyectos, agilizando su burocracia y apoyándolos con ayudas.

Por su parte, la Junta de Andalucía advierte de que poder cumplir estos objetivos depende también de que el Gobierno de España cumpla con las inversiones en la Red de Transporte Eléctrico, ya que denuncia que en Jaén la densidad de líneas de alta tensión y de infraestructuras eléctricas está un 40% por debajo de la media.

Así, apunta que la provincia de Jaén necesita una inversión de, al menos, 113 millones de euros para dotarla de una adecuada red de transporte eléctrico, que incluya la construcción de una nueva subestación en Úbeda, otra en Mazuelos y reforzar el nudo de Guadame y su conexión con Manzanares, en Castilla la Mancha.

Estos 113 millones para Jaén suponen uno de cada cuatro euros de los 544 millones que Andalucía ha pedido al Gobierno en su planificación energética hasta 2030.

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