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Dicen que todo el mundo ama la Navidad. Pero junto a los grinch que estos días buscan un agujero en el que hibernar hasta el próximo 7 de enero, se encuentran todos aquellos afectados por la tradición de tirar petardos y otros artificios pirotécnicos. Niños con trastorno del espectro autista (TEA), bebés, personas de edad avanzada y mascotas sufren cada año por el ruido de estos artefactos, por lo que el Ayuntamiento de Torremolinos (Málaga) ha decidido atajar esta situación. Hasta 1.500 euros de multa podrían pagar los particulares que desobedezcan el bando emitido este lunes por la regidora del municipio, Margarita del Cid, que prohíbe el uso de estos artículos. Una medida que también se adopta para prevenir incendios.
Según informó el Consistorio, la iniciativa —cada vez más reclamada por los ciudadanos— tiene la finalidad de "evitar riesgos, molestias y perturbaciones" durante las fiestas navideñas, así como "velar por la seguridad y tranquilidad" de niños con TEA, bebés, personas mayores, animales y mascotas del entorno urbano y, "en general, vecinos y visitantes".
El bando prohíbe portar mechas encendidas y disparar petardos, cohetes y toda clase de artículos pirotécnicos que puedan producir ruidos o incendios sin autorización previa de la Administración local. Serán los agentes de la Policía Local los que velen por su cumplimiento y por eso, dentro del Plan de Seguridad Navidad 2024, están realizando controles y seguimientos dirigidos a la venta y uso de estos artefactos.
Esta campaña se inició el pasado viernes y se prologará hasta después de la festividad de los Reyes Magos. Y su primer foco de intervención están siendo los negocios que carecen de autorización para la venta de estos productos, así como los que aun teniéndola, se los proporcionen a menores de edad.
Los segundos en el radar policial son los particulares. Los que incumplan la normativa que protege la convivencia ciudadana se enfrentan a multas que pueden llegar —en su extremo más grave— a los 1.500 euros.
El importe de las sanciones para los establecimientos que no respeten la norma varía entre los 100 y los 3.000 euros, cantidad económica que podría llevar aparejada la intervención cautelar de los artículos prohibidos.
El Ayuntamiento precisó que el año pasado, dentro del Plan de Seguridad Navidad 2023, se realizaron 20 inspecciones a establecimientos y se levantaron un total de 24 actas de infracción.
Los municipios del país están concienciándose de los trastornos que generan estos artefactos y están adoptando diversas medidas
Cada vez son más las ciudades y municipios españoles que están adoptando medidas contra el uso de petardos y cohetes en sus calles. Barcelona, Valencia o Madrid han adoptado alternativas como los fuegos artificiales silenciosos o restringir espacios y horarios para el uso de la pirotecnia. Vitoria-Gasteiz acordó en 2019 su prohibición total en todos los eventos municipales, mientras que Zaragoza, Badajoz o Vigo han aprobado limitaciones.
El caso curioso es el de Sevilla, que impide el uso de estos artefactos durante todo el año, salvo en cuatro días concretos de la festividad navideña: Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo.
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