El actor terminó consiguiendo su sueño gracias al macroproyecto de 'Dune', pero antes de eso recibió tantos rechazos que tuvo que pasarse al cine independiente.
No hay duda de que Timothée Chalamet es la estrella del momento. No ha pasado ni un año desde que encadenara los taquillazos de Wonka y Dune: Parte Dos, transformándose en un rostro que Warner Bros. no quiere a dejar escapar. Así las cosas está previsto que vuelva a trabajar con Denis Villeneuve en El mesías de Dune, tercera entrega de la saga, mientras no es descabellado que vaya a estar presente en la inminente carrera de premios. La razón es A Complete Unknown, su último film.
Se trata de un biopic de Bob Dylan que dirige James Mangold y se estrenará en España el 28 de febrero. Es probable que Chalamet consiga una nominación al Oscar a Mejor actor por su retrato del cantautor, de forma que ya está embarcado en una gira promocional con la que pueda reflexionar sobre toda su carrera. En este sentido, y entrevistado por Rolling Stone UK, Chalamet recuerda lo difíciles que fueron sus inicios.
Muchos le conocimos con Call Me By Your Name (papel que de le dio una temprana nominación al Oscar), pero antes de trabajar con Luca Guadagnino había probado suerte con proyectos más comerciales. Dada su juventud parecía que era lo apropiado, así que en esta primera etapa intentó beneficiarse de la fiebre young adult. No lo consiguió, y explica por qué: “Siempre recibía la misma respuesta: ‘oh, no tienes el cuerpo adecuado’”, recuerda el actor de Día de lluvia en Nueva York.
"Una vez me llamó un agente y me dijo ‘estoy harto de recibir los mismos comentarios’. ‘Vamos a dejar de proponerte proyectos grandes porque no engordas’. Yo intentaba engordar. No podía. Básicamente no podía. Mi metabolismo o lo que coño fuera no era capaz”. Chalamet no tenía el físico apropiado para protagonizar películas como El corredor del laberinto o Divergente, así que tuvo que darle un giro a su carrera.
Fue lo mejor que pudo hacer. “Estaba llamando a una puerta que no se abría. Así que fui a lo que pensé que era una puerta más humilde, pero que en realidad acabó siendo explosiva para mí”. Ahí llegaron Call Me By Your Name, Lady Bird o Mujercitas, hasta que de pronto pudo protagonizar esas superproducciones habiendo dado un curioso rodeo. Y es que al fin y al cabo tanto Wonka como Dune son grandes blockbusters, que han reforzado el estrellato de un actor inmensamente polifacético.
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