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Un hombre senegalés de 43 años falleció el domingo ahogado en el río Guadalquivir, en Sevilla, a la altura del Puente de los Remedios. El fallecido era un vendedor ambulante que estaba trabajando en la avenida de la Constitucion, a más de un kilómetro del lugar desde donde se tiró al río después de que saliera huyendo al paso de un dispositivo de la Policía Local. El mantero recorrió más de un kilómetro desde el lugar donde estaba vendiendo camisetas deportivas hasta la zona en la que se produjo el suceso, en el Paseo de las Delicias, después de un "seguimiento" de los agentes municipales. Horas después de su muerte se produjeron algunos altercados frente a la jefatura de la Policía Local, cerca del barrio de Los Pajaritos, donde hay una importante población subsahariana en la capital andaluza.
El jefe de la Policía Local, Antonio Luis Moreno, ha informado este lunes a los medios de cómo se produjo el suceso de la tarde anterior. Según su relato, los agentes formaban parte de un dispositivo rutinario contra la venta ambulante que refuerza sus actuaciones en el periodo navideño. Cuando llegaron a la Avenida de la Constitución, un grupo de 12 manteros se dispersó, como suelen hacer, para evitar la denuncia por un delito contra la propiedad intelectual. Moreno se ha afanado en dejar claro que no se produjo una persecución, sino un "seguimiento" orientado a evitar que volviese a colocar el hatillo donde llevaba las camisetas.
El responsable policial ha asegurado que el comportamiento del hombre fallecido fue anómalo, ya que no soltó la mercancía como suelen hacer sus compañeros para evitar ser identificados. Al llegar a las inmediaciones del Muelle de las Delicias, el senegalés se comportó de forma "inusitada e incongruente", ha dicho Moreno, que ha lamentado la "pérdida de una vida humana". "Intentamos por todos los medios que no se arrojara al río", ha explicado el jefe de la Policía Local en una comparecencia de prensa frente a la jefatura.
Fuentes municipales explican a esta redacción que la causa de la muerte fue por ahogamiento, aunque el cuerpo del senegalés sigue en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla. Inicialmente se quedó agarrado al pretil del Muelle de las Delicias mientras los agentes intentaban disuadirlo de tirarse a la dársena del Guadalquivir, pero finalmente lo hizo y se hundió por el peso del hatillo mojado y lleno de camisetas. Según explican en la Policía Local, varios agentes se tiraron al río e intentaron localizarlo, pero no fueron capaces. Fue entonces cuando avisaron a los buzos de los bomberos, que finalmente lo encontraron. Después intentaron reanimarlo con técnicas RCP durante 45 minutos sin éxito.
La Policía Local de Sevilla tiene constancia de dos órdenes de detención contra el fallecido por delito contra la propiedad intelectual emitidas en 2021 y 2022 y que habían vencido ya en 2023 y 2024. Según ha avanzado Diario de Sevilla, que cita fuentes del caso, tenía antecedentes por atentado contra la autoridad, pero este detalle no ha sido confirmado por el Ayuntamiento de Sevilla. El jefe policial, Antonio Luis Moreno, ha calificado de "conjetura" el hecho de que el senegalés saliese huyendo por "miedo" a una posible detención que tuviera consecuencias para el fallecido.
Horas después de la muerte del mantero se produjo frente a la jefatura de la Policía Local un altercado después de que una veintena de personas se concentrasen frente al edificio de La Ranilla. Uno de ellos, de unos 20 años de edad, resultó detenido después de mostrar una conducta violenta que resultó en dos agentes heridos. En ese disturbio se produjeron lanzamientos de piedras y botellas que impactaron contra la mampara de seguridad del edificio, provocando pequeños daños.
En ese mismo momento cinco miembros de la comunidad senegalesa de la capital andaluza acudieron a una reunión con el jefe de la Policía Local y el delegado de Seguridad, Ignacio Flores. Según Moreno, estas personas intentaron mediar con los compatriotas que estaban concentrados frente a la jefatura y luego mantuvieron un encuentro "conciliador" centrado sobre todo en los trámites jurídicos relacionados con el fallecido. Un hermano del vendedor ambulante se ha trasladado este lunes a Sevilla para encabezar dichas gestiones.
Según informa Europa Press, un "amigo y compañero" del fallecido ha señalado a los agentes que siguieron al senegalés por el fatídico desenlace. El vendedor callejero, de nombre Lamine, destacó el "estado de nerviosismo" del mantero y ha criticado la "discriminación hacia los negros" que va aparejada a este tipo de actuaciones.
La asociación Andalucía Acoge, que trabaja habitualmente con inmigrantes, ha criticado la "exclusión" que sufren las personas indocumentadas, que "viven bajo el constante temor a la posibilidad de ser expulsadas". Este martes varias decenas de senegaleses se han concentrado de forma pacífica en el Paseo de Colón, a pocos metros de donde se ahogó su compatriota, y han lanzado consignas como "Policía Local asesina" o "justicia para Mahmoud".
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