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La calle Platería de Valladolid volverá a lucir su estampa habitual. En 2025, la iglesia de la Vera Cruz recuperará su símbolo de identidad, su enorme cúpula. Tras el sorpresivo derrumbe que sufrió la estructura el pasado mes de junio, el templo está restaurando este elemento y podrá volver a abrir al público en los próximos meses.
Así lo anunciaron este jueves las tres entidades que colaboran en los trabajos, la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Valladolid y la Iglesia. Fruto de esta unión se podrá financiar la obra de recuperación, que asciende a los 400.000 euros. El Ejecutivo regional aportará 150.000 euros, los mismos que el consistorio, mientras que el arzobispado invertirá 100.000 euros.
Esta cooperación pretende devolver a la Vera Cruz su esplendor arquitectónico y, también, poder preservar su valor histórico y cultural como parte del patrimonio de Valladolid, por lo que las obras se enmarcan en un compromiso compartido por la conservación y protección del legado histórico y artístico de la ciudad.
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Restauradores trabajan en las obras de Gregorio Fernández tras el derrumbe de la cúpula Esta iglesia es uno de los lugares más queridos por los vallisoletanos, ya que alberga la mayor concentración de tallas procesionales del artista Gregorio Fernández. Además, es la protagonista de una de las calles más comerciales de la ciudad y por la que pasan al día cientos de personas. En Semana Santa esta cifra no deja de multiplicarse por los miles de visitantes que la Vera Cruz puede llegar a recibir.
“Después de lo que vivimos con el colapso de la cúpula hace unos meses, ya hay una posibilidad real, no solo de restauración, sino de la apertura del templo en el año 2025. Incluso pensamos que en Semana Santa, aunque no se pueda celebrar la liturgia, sí que pueda ser un lugar donde las procesiones puedan tener una referencia”, explicó este jueves el arzobispo de Valladolid, Luis Javier Argüello.
Argüello destacó el esfuerzo que ha supuesto reservar los 100.000 euros necesarios para poder colaborar con la cofradía y sufragar los trabajos. “Nosotros tenemos la responsabilidad de casi 800 edificios en nuestra provincia, algunos están situados en pueblos muy pequeños. En el presupuesto de este año no estaba previsto que fuera a haber un colapso, sí que estaban previstas otras obras que estamos tratando de llevar a cabo”.
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez Quiñones, señaló que la Junta “ha respondido a la petición del Ayuntamiento y de nuestro alcalde para colaborar en un lugar emblemático. Estamos hablando de un conjunto histórico como es el de la calle Platerías y la plaza de Lo Chavo y Veracruz, y queremos que este templo recupere el valor cultural e histórico que tiene”.
Al mismo tiempo, el regidor municipal, Jesús Julio Carnero, precisó que “el colapso de la cúpula nos dejó a todos helados. Todos los vallisoletanos con independencia de su creencia comprendieron que esto nos identifica con la Semana Santa y las cofradías. Tenemos la obligación de reponer las cosas a su estado originario”.
Por su parte, el arquitecto a cargo de este proyecto de restauración, Fernando de Bonrostro, confirmó que las obras están avanzando a buen ritmo y se están llevando a cabo en los plazos previstos, por lo que todos los esfuerzos se centran en poder llegar a Semana Santa.
El colapso de la cúpula
El derrumbe se produjo cuando el templo se encontraba inmerso en una obra de restauración y solo unos días después de que cerrase sus puertas al público después de haber permanecido abierto al culto, lo que evitó que se produjese cualquier daño personal.
Aunque los arreglos que se estaban realizando en un principio no obedecían a riesgos estructurales, lo cierto es que la cúpula colapsó y cayó a plomo desde una altura de más de veinte metros, ocasionando un boquete de unos diez de diámetro. Expertos arquitectos señalaron entonces a este periódico que, aunque no se podía esperar que ocurriese, siempre existe un riesgo cuando se acomete una obra de esta envergadura.
La iglesia de la Vera Cruz forma parte del Conjunto Histórico declarado Bien de Interés Cultural conformado por la calle Platerías, plaza del Ochavo y Vera Cruz, declarado el 9 de julio de 1964 con la categoría de Conjunto. Además, se trata de un elemento urbano catalogado en el PGOU con un grado de catalogación P2 ‘Protección Integral’.
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