Una asesora de Moncloa señaló a Reale el interés de Begoña Gómez en que siguiera patrocinando la cátedra: "Le encantaría"

Una asesora de Moncloa señaló a Reale el interés de Begoña Gómez en que siguiera patrocinando la cátedra:

Una asesora de Moncloa trasladó a Reale el interés de Begoña Gómez en que la empresa aseguradora siguiera patrocinando la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva que dirigía la mujer del presidente del Gobierno, según consta en un correo electrónico que forma parte del sumario de la causa donde se la investiga por tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

Este correo confirma la información que adelantó El Confidencial en el mes de julio cuando ya desveló que la esposa del socialista usaba una persona que está en nómina del Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, que dirige Félix Bolaños, para reclamar a empresas pagos para su máster. "PD: Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que sigáis como patronos de la cátedra, aunque sea con una cantidad inferior. Dispuestos a colaborar con vosotros en lo que necesitéis", reza el correo electrónico fechado el pasado 8 de febrero. Lo mandó María Cristina Álvarez a la directora de Comunicación Institucional y RSE de Reale, Pilar Suárez-Inclán.

Aunque en ese 'email' Álvarez no aparece identificada con cargo -lo envía desde una cuenta personal-, en la cadena de correos electrónicos sí aparece con una cuenta oficial de Presidencia del Gobierno donde firma como directora de programas de la Secretaría General de Presidencia. Se encargaba de reclamar pagos a las empresas en nombre de Gómez. Álvarez entró en Presidencia del Gobierno el 16 de julio de 2018 con el puesto de directora de programas, pero desde el primer día estuvo ejerciendo de secretaria personal de la pareja del líder socialista.

La asesora de Moncloa envió otro correo a esta misma directiva en noviembre de 2021. "Tal como has quedado con Begoña, te hago llegar los datos técnicos para que puedas hacérselos llegar a Renzo Liaj [el director de Recursos Humanos de Reale] sobre el acto del 25 de noviembre 18 horas a 19 horas en IFEMA feria de Silver Economy [sic]". Este mensaje lo envió desde su correo de Moncloa, lo firmó como directora de programas e incluyó el membrete oficial de Presidencia.

José María Olmo

Según recogen las acusaciones populares en sus escritos aportados al juzgado, el ex vicerrector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Juan Carlos Doadrio dijo durante su declaración como testigo del pasado 21 de julio que Cristina Álvarez era la persona que acompañaba a Gómez cuando iba a la UCM. Por lo demás, en el citado 'email' Álvarez se limita a proponer a Suárez-Inclán una serie de fechas para fijar dos reuniones: una destinada a presentar la Plataforma de la Cátedra de Medición y otra para el encuentro anual de la Comisión Mixta de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva.

Este periódico informó en julio que Begoña Gómez encargó a una asesora de Moncloa tareas relacionadas con la gestión de sus dos másteres de la Universidad Complutense. La asistente llamó a empresas para reclamarles el pago de matrículas pendientes y colaboró en la tramitación de adjudicaciones de contratos públicos para promocionar los títulos de posgrado en las redes sociales. María Cristina Álvarez Rodríguez forma parte de los más 800 asesores de Pedro Sánchez.

La Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense exige que los alumnos paguen las tasas antes del inicio de las clases

Las mujeres de anteriores presidentes del Gobierno también disfrutaron de asistentes personales, pero ninguna de ellas los usó para sus negocios o trabajos privados. Uno de los cometidos que Begoña Gómez asignó a María Cristina Álvarez fue que se pusiera en contacto con la empresa pública Correos para agilizar el pago de la inscripción en el Máster de Transformación Social Competitiva de una alta directiva del servicio postal.

Los hechos ocurrieron en el otoño de 2020, al comienzo de la primera edición del posgrado. Problemas burocráticos provocaron que algunas de las compañías que habían enviado trabajadores a su máster se retrasaran en el pago de las matrículas y pusieran en riesgo la viabilidad del título. La Escuela de Gobierno de la Complutense exige que los alumnos paguen las tasas antes del inicio de las clases.



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