El Teatro Eslava, actual sede de la famosa discoteca Ochoymedio Club, es mucho más que un simple espacio de ocio nocturno. Este edificio del siglo XIX, ubicado en la calle Arenal de Madrid, fue inaugurado en 1871 por Bonifacio Eslava, sobrino del célebre compositor Hilarión Eslava, y guarda en sus paredes más de 150 años de historia cultural.
Ha sido testigo de momentos únicos, como el debut madrileño de Lorca, y ha acogido a personajes de renombre, desde Michael Jackson hasta Tina Turner.
A lo largo de los años, el Teatro Eslava ha sido transformado varias veces: de teatro a sala de fiestas, de plató de televisión a sala de conciertos, y hoy, como discoteca, sigue atrayendo a un público diverso.
En 1981, poco después del intento de golpe de Estado, Pedro Trapote reabrió el espacio bajo el nombre de Joy Eslava, que se convirtió en un icono de la noche madrileña. Sin embargo, su última renovación ha devuelto al Eslava su espíritu original, con una decoración que evoca su pasado glamuroso.
El 22 de marzo de 1920, el Teatro Eslava fue el escenario donde se estrenó la primera obra dramática de Federico García Lorca. Aquel debut resultó agitado: la obra, parte de la programación del Teatro del Arte impulsada por Gregorio Martínez Sierra y María de la O Lejárraga, solo se mantuvo en cartel durante cuatro funciones —o incluso dos, según otras fuentes— debido a las críticas y al rechazo del público.
La situación se intensificó tanto que, a la salida, se produjeron enfrentamientos entre los detractores y los amigos del poeta, muchos de ellos compañeros de la Residencia de Estudiantes y otras personas que Lorca había convocado para apoyarlo.
El Ochoymedio Club ha encontrado en el Teatro Eslava su nuevo hogar, manteniendo su esencia de siempre: una programación pop y alternativa que anima las noches madrileñas. Con sesiones cada viernes y sábado de 00:00 a 06:00, el club se ha reinventado en un espacio que mezcla lo mejor de la arquitectura histórica con un sonido y una propuesta modernos. La sala, que cuenta con dos plantas superiores y palcos de teatro, ofrece una experiencia única a los asistentes.
Visitar la actual Eslava es redescubrir la historia de un lugar icónico de Madrid. Con su toque clásico y su programación actual, el Teatro Eslava sigue siendo una parada obligada en la vida nocturna de la capital.
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