La medicina personalizada está revolucionando el tratamiento de cánceres tan letales como el de pulmón. El principio es sencillo: estudiar las características de cada paciente para diseñar un tratamiento a medida.
El cáncer es ya la primera causa de muerte en España, en un contexto de población crecientemente envejecida en el que se prevé que la tendencia ascendente de las defunciones por esta razón sigan aumentando en los próximos años.
Con todo, este dato aislado puede resultar algo engañoso, ya que en términos generales en realidad la supervivencia del cáncer está aumentando gracias a una serie de importantes avances médicos, entre los que destaca la medicina personalizada.
"Diseñamos tratamientos específicos"
Según explica a 20minutos el doctor José Luis González Larriba, director del área de Oncología Médica Atrys en el Hospital Viamed Santa Elena (Madrid), la medicina personalizada es una disciplina que se basa en el desarrollo de tratamientos teniendo en cuenta características muy específicas de la enfermedad de cada paciente.
"La medicina personalizada", desarrolla este experto, "se basa en aplicar un tratamiento específicamente diseñado, generalmente en forma de pastillas o agentes intravenosos, para el tipo de tumor que presenta cada paciente".
"A diferencia de los enfoques tradicionales", añade, "no intentamos tratar un cáncer de pulmón, de estómago o de colon de forma general, sino de comprender las características moleculares particulares del tumor en cada paciente. En función de estas alteraciones específicas, se administra una terapia dirigida para bloquear, anular o neutralizar los cambios que han originado el tumor, con el objetivo de destruirlo, reducir su tamaño o estabilizar la enfermedad"
"Incrementamos la tasa de supervivencia y curación"
Es decir, que los tratamientos de medicina personalizada, a diferencia de lo que sucede con técnicas más tradicionales (como la quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia) no se administran de manera generalizada a todos los cánceres, sino que "son tratamientos individualizados que se adaptan a las características únicas de cada tumor, lo que permite obtener una mayor eficacia con menos efectos adversos. Esta precisión aumenta la probabilidad de respuesta positiva y minimiza el impacto sobre la calidad de vida del paciente".
Esta personalización de los tratamientos tiene en cuenta factores como la genética del paciente y del propio tumor. "La posibilidad de identificar los genes alterados que desencadenan el desarrollo de cada tumor específico permite aplicar tratamientos dirigidos contra esas alteraciones, incrementando así la supervivencia y mejorando la tasa de curación", comenta el experto. El impacto es muy significativo: "En casos de cáncer de pulmón metastásico, por ejemplo, la supervivencia ha pasado de un promedio de un año a más de diez años, en algunos casos, gracias a estas terapias personalizadas".
"La gran fortaleza de estos tratamientos", continúa, "radica en su especificidad. En lugar de basarse en resultados generales de estudios amplios, la terapia personalizada se enfoca en los desencadenantes únicos de cada tumor individual, aplicando uno que bloquea estos factores específicos. Estos, además de ser más efectivos, suelen ser más fáciles de administrar y presentan una toxicidad mucho menor, lo cual permite identificar y gestionar rápidamente los efectos secundarios cuando aparecen".
"Los avances en biología molecular son rápidos"
Como es lógico, para poder emplear esta clase de tratamientos es necesario que en el tumor de un determinado paciente sea posible identificar las causas moleculares específicas que están impulsando su aparición u crecimiento. "Para ello", dice González, "el primer paso es realizar un análisis genético del tumor, generalmente a través de técnicas avanzadas como la secuenciación masiva genética o la búsqueda de genes de fusión. Si se detecta una alteración tratable y existe un agente dirigido para esa mutación, se puede aplicar un tratamiento personalizado que ataque directamente la causa intrínseca del tumor".
Y prosigue: "Existen numerosos tipos de tumores en los que contamos con agentes terapéuticos eficaces para abordar las alteraciones moleculares identificables. Un ejemplo destacado es el cáncer de pulmón no microcítico, que representa el 85% de todos los casos de neoplasias pulmonares. En la actualidad, podemos identificar alteraciones tratables en aproximadamente el 50% de estos casos".
En estos pacientes, expone, "la investigación continua de nuevos agentes activos dirigidos a estas dianas moleculares ha mejorado notablemente el tratamiento y hay tumores pulmonares con alteraciones en genes específicos que pueden beneficiarse de terapias orales con alta eficacia y efectos secundarios limitados".
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