Este impresionante monasterio gótico se encuentra en el casco histórico de la capital de Castilla-La Mancha, muy cerca del río Tajo, y que cuenta con una leyenda relacionada con la Reconquista de la Península Ibérica.
La ciudad de Toledo es una de las más fascinantes de España, y es que la capital de Castilla-La Mancha tiene una historia tan apasionante que es inevitable que se reflejase en su arquitectura. El centro histórico de la urbe es una absoluta maravilla, con edificios tan impresionantes como la catedral, el Alcázar o el Monasterio de San Juan de los Reyes, uno de los conventos más bonitos de la Península Ibérica.
Este espectacular monasterio gótico del siglo XV es una de las grandes joyas que hay en la ciudad, y aunque muchos turistas lo visiten y se maravillen con él cada año, la enorme mayoría no conoce qué hay detrás de uno de sus elementos más curiosos: los centenares de cadenas que cuelgan de sus paredes, y es que en el convento de San Juan de los Reyes hay más de 200 grilletes repartidos por el exterior del edificio.
El imponente monasterio de San Juan de los Reyes
Este extraordinario monasterio fue mandado construir en el año 1476 por los Reyes Católicos, y es uno de los mejores ejemplos del gótico hispano-flamenco, como se afirma en la web de turismo de Castilla-La Mancha. En su interior podrás descubrir una impresionante iglesia isabelina de una sola nave que es una verdadera obra de ingeniería: cuenta con una gran ornamentación, así como con bóvedas y robustos pilares, aunque la joya de la corona es el precioso retablo mayor.
Además, también puede presumir de tener un sublime claustro abierto a un patio interior a través de magníficas ventanas flamígeras, mientras que los techos de la segunda planta están totalmente decorados. Pero aunque intramuros sea un lugar espectacular, lo que más llama la atención de los visitantes no es el interior del Monasterio de San Juan de los Reyes, sino su exterior: en él hay muchas cadenas colgando, algo casi inaudito en templos de este tipo.
Las cadenas del Monasterio de San Juan de los Reyes
Entre las decoraciones típicamente isabelinas del exterior del convento destacan más de 200 cadenas que pertenecieron a los cautivos cristianos que fueron secuestrados por las tropas musulmanas en el siglo XV. Cuando los prisioneros regresaron a Toledo después de que Fernando el Católico liberase Málaga y Baeza, los secuestrados presentaron sus grilletes en señal de agradecimiento a Dios.
Otra de las leyendas relacionadas con las cadenas del monasterio tiene como protagonista a un herrero converso que vivía en la Judería que había cerca del convento. Dicho artesano era uno de los más prodigiosos de Toledo, e incluso recibía encargos de los ejércitos de los Reyes Católicos. Pero todo cambió cuando uno de los prisioneros liberados llegó a la Plaza de Zocodover y mostró las cadenas con las que había sufrido... y que tenían el sello del herrero, cuyo destino final se desconoce.
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