Este cáncer, que se desarrolla en el mismo tejido que el cáncer de ovarios, es uno de los tumores ginecológicos más raros e infrecuentes. Puede no presentar síntomas en los primeros estadios o confundirse con otras afecciones.
Pese a que lo más común es que afecte a los ovarios, el cáncer también se suele manifestarse en las trompas de Falopio. Ambos comparten el mismo tejido, pero se ubica en zonas diferentes. No obstante, es cierto que este es uno de los cáncer ginecológicos raros e infrecuentes, pero su impacto en la salud de la mujer es el mismo. Según datos del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer, en 2023 se detectaron en España 3.519 nuevos casos de cáncer de ovario, por lo que los esfuerzos por la concienciación sobre la detección son primordiales.
Las trompas de Falopio son las estructuras que conectan los ovarios con el útero de la mujer. La tumoración suele darse en las células de revestimiento del tejido, que como se ha comentado, la comparte con la de los ovarios, pero también con la del peritoneo, tal y como explica el Instituto Nacional del Cáncer. La base científica recoge así que tanto el cáncer de trompas de Falopio, como el cáncer de ovarios y el cáncer primario de peritoneo tiene los mismos síntomas y se tratan de igual forma.
Primeros síntomas del cáncer de trompas de Falopio
Como otros tantos tipos de tumores, el cáncer de trompas de Falopio puede ser difícil de detectar en primeros estadios. Mucho tiene que ver su sintomatología, ya que se puede confundir con la de otras afecciones comunes ginecológicas. No obstante, cabe destacar la importancia que tiene saber detectar esta sintomatología temprana.
El síntoma más común es el dolor pélvico persistente, una molestia que puede ser confundida a menudo con dolores menstruales, infecciones u otros problemas ginecológicos. Si este dolor no remite o responde a los tratamientos convencionales podría ser un signo de alerta.
Además, puede ir acompañado de un abdomen hinchado. En este sentido el caso de alerta del que advierten los expertos es la sensación de saciedad que provoca, y sobre todo, cuando la ingesta de comida es mínima. También explorar la zona en busca de un bulto puede ser una forma de detección precoz.
Por otro lado, es importante destacar la importancia de analizar el flujo vaginal. Por lo normal, este cambia cuando el organismo está luchando contra agentes maliciosos, pudiendo tener un aspecto muy acuoso o incluso contener sangre.
También el cuerpo puede sufrir cambios notorios en la hábitos intestinales o urinarios. Así pues, algunos signos relacionados han provocado dificultades o dolor al orinar, así como problemas gastrointestinales como gases, distensión abdominal o estreñimiento.
Factores de riesgo y diagnóstico
En este tipo de cánceres es de vital importante atender a los factores de riesgo. El primordial en este caso es el componente genético, en este tipo de cánceres las mujeres con antecedentes tienen un riesgo más elevado, así como aquellas que tienen el síndrome de Lynch. Además, la edad también influye en la aparición de estos tumores, sobre todo con la llegada de la menopausia, donde el cambio físico y hormonal es una completa transformación del organismo.
Por ello, cualquier método preventivo y análisis realizado es clave para una rápida detección. A diferencia del cáncer uterino, que tiene un método de prevención exhausto y regular con las citologías, este no se diagnostica fácilmente. Por ello, el diagnóstico del cáncer de trompas de Falopio, que como decimos puede llegar a ser asintomático, se puede atajar desde distintas pruebas:
- Ecografía tansvaginal.
- Tomografía computarizada (TAC) y resonancia magnética (RM).
- Análisis de sangre para el marcador tumoral CA-125.
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