Este municipio abulense comparte nombre con el que fue uno de los futbolistas más famosos del Real Madrid.
Los 8.132 municipios que recorren la geografía de España cuentan con algunas peculiaridades que conforman su identidad y hacen especiales sus calles. Estas pueden ir desde distintas atracciones turísticas y monumentos emblemáticos hasta increíbles paisajes naturales o su propio nombre. En Castilla y León y muy cerca de la Comunidad de Madrid, se encuentra uno de los pueblos con más historia de toda la provincia de Ávila. Con una extensión de aproximadamente 12 kilómetros y 700 habitantes, este pueblo abulense cuenta con un topónimo que puede sonar bastante familiar.
A pesar de que su nombre es el mismo que el apellido con el que se conoce a uno de los jugadores más míticos del Real Madrid y de La Roja, Iker Casillas, el futbolista no guarda relación con la localidad. Aparte de su curioso nombre, que puede llamar la atención, Casillas esconde una gran historia, patrimonio, entorno natural y fiestas.
Casillas, un pueblo con mucha historia
Este municipio de la provincia de Ávila cuenta con una historia marcada por los grandes episodios bélicos que han recorrido la península ibérica a lo largo de los tiempos. Pueblos como Mijares, Cuevas, El Arenal, Guisando o Casillas, pertenecientes a la zona del Valle Tiétar, fueron repoblados después de la toma de Granada en 1492. Unos años más tarde, en 1500, será la primera vez que aparece una prueba documental que nombra a Casillas como núcleo urbano, pero este pertenecía al estado de La Adrada.
Las fronteras del término municipal no se fijaron hasta 1751, cuando Juan Enciso se traslada al territorio y confecciona el 'Codicilio de Preventivas del lugar de Casillas' a petición del Marqués de la Ensenada. Su independencia de La Aldrada fue solicitada al Consejo Real en 1791, pero esta fue denegada por el rey once años más tarde. Además, esta zona sería agregada al partido de Talavera, perteneciente a Toledo.
Durante el siglo XIX, los casillanos fueron creciendo en número de habitantes, que se dedicaban principalmente a la agricultura de subsistencia y las labores ganaderas. Con una historia atravesada después por la guerra civil española y sus numerosas batallas y luchas, Casillas vio cómo disminuía su población, ya que muchos se trasladaron a Francia por la falta de término municipal. Sin embargo, en los últimos años, el censo de este pueblo se ha incrementado gracias a la llegada de personas de otras partes del país y del extranjero.
Un paraíso natural en Castilla y León
Situado entre verdes montañas, en este municipio castellanoleonés se pueden disfrutar de toda una diversidad de flora, destacando los robledales, pinares, bosques de ribera y castañares. Además, Casillas, gracias a su localización rodeada de un enorme entorno natural, cuenta con numerosas rutas de senderismo, como la del puerto, el castañar, el Pozo de la Nieve y Alto del Mirlo, del Berrueco y la Escusa, la del Camocho, los molinos, el Borbollón o el Castañar de El Tiemblo.
El Museo Etnográfico de Casillas
Dentro de la localidad se puede encontrar su famoso museo etnográfico, que le ofrece a los turistas exposiciones culturales para dar a conocer cómo es el entorno y el medio humano del territorio. En él también se muestran todos los descubrimientos y piezas museísticas, ejemplos de su enorme legado histórico.
Un pueblo lleno de fiestas
Las fiestas más destacadas de Casillas son las patronales, que comienzan el 13 de junio y rinden homenaje a San Antonio de Padua. Con la finalización del acto religioso de la parroquia a las 11.00 horas, se da el pistoletazo de salida a la celebración de las mismas. Aparte de estas, el municipio abulense celebra otras, como las de San Sebastián, la Romería de San Isidro, Las Candelas o la Feria de la Castaña.
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