En algunas comunidades como Castilla-La Mancha más el 60% tardó más de ese tiempo en ser atendido.
Casi uno de cada cuatro españoles tiene que esperar más de tres meses para tener una cita de atención psicológica en la sanidad pública. El 23,5%, según el último barómetro sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que revela que hay algunas comunidades, como Castilla-La Mancha, en las que la proporción de ciudadanos que tardó más de tres meses para ser atendido en una consulta de salud mental supera el 60%. El informe muestra, además, que todavía hay un 43,4% acude a la sanidad privada para cuestiones de salud mental.
Los resultados de la encuesta de esta última oleada de 2024 reflejan también que el 44,4% espera entre uno y tres meses para ser atendido por un profesional de salud mental en la pública; y apenas un 22,7% consiguió cita en menos de un mes. Las diferencias entre comunidades son significativas: Castilla-La Mancha es el territorio en el que más tienen que esperar los ciudadanos para ser atendidos; seguido de Aragón (el 39% aguarda más de tres meses).
En Cantabria, La Rioja, Madrid y Galicia, el 37% de la población tampoco consigue cita antes de los tres meses. Aunque el caso de La Rioja es particular, pues es también la comunidad autónoma en la que más ciudadanos logran ser atendidos por un profesional de salud mental en menos de un mes (el 61%). Las otras autonomías en las que menos se tarda en conseguir cita psicológica son Navarra (el 45% en menos de un mes); Comunidad Valenciana (43%); Asturias (40%); Baleares (32%); y Cataluña (30%).
En general, el 83,1% de los españoles opina que las listas de espera para todas las especialidades siguen igual o han empeorado en el último año. De hecho, más de la mitad de los encuestados asegura que ha tenido que esperar una semana o más para conseguir cita en su médico de familia; y solo el 25% fue atendido en su centro de salud en menos de tres días. La espera media es de 8,8 días.
Esas diferencias entre comunidades hilan con una pregunta nueva introducida en esta última oleada, en la que el centro demoscópico incluye la percepción de los españoles respecto a la igualdad de trato en la sanidad pública. La mayoría no cree que se produzcan discriminaciones por razones socioeconómicas, de edad o nacionalidad; pero un 38% asegura que sí existen desigualdades en los servicios recibidos según la comunidad autónoma de residencia.
Financiación de la sanidad
El Barómetro Sanitario que, desde 1995 se publica anualmente, muestra que todavía hay una proporción muy grande de la población que no es consciente de que la sanidad pública se financia con los impuestos generales. Casi la mitad —el 49%, concretamente— piensa que se financia total o parcialmente con las cotizaciones del colectivo de trabajadores y solo el 46% sabe que se sufraga con los impuestos que pagan todos los españoles.
En esta última oleada, los encuestados puntúan el sistema sanitario público con una nota de 6,35 puntos sobre 10 (0,09 más que en la primera oleada lanzada en julio), siendo los servicios de urgencias del 061 o 112 y la asistencia a pacientes ingresados en hospitales los servicios mejor valorados (7,48 y 7,22 puntos, respectivamente).
Además, el 45% dice haber acudido a un servicio de urgencias de la sanidad pública en los últimos 12 meses y, de ellos, el 40% lo hizo en un centro de atención primaria, el 53% en un servicio hospitalario y el 6,7% usando un servicio de urgencias como el teléfono 061 o 112.
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