Pasó de ser su persona de mayor confianza a enfrentarse por la autobiografía que publicó él.
Tiempos muy duros para Madonna. A finales de septiembre perdía la vida a los 81 años Joan Ciccone, su madrastra y con quien se crio. Pero nada hacía presagiar que apenas una semana después, el pasado día 4, muriese también Christopher Ciccone, el hermano de la cantante, a los 63 años víctima de un cáncer. La artista ha querido rendirle homenaje en sus redes.
A través de una larga publicación en su Instagram, donde tiene casi 20 millones de seguidores, la autora de éxitos como Material Girl, Like a Virgin o Vogue ha recordado a su hermano, quien era tres años menor que ella y que se convirtió en su mano derecha y en su persona demás confianza, aunque durante su relación tuvieron varios altibajos.
"Mi hermano Christopher ha muerto", ha comenzado escribiendo Madonna junto a todo un carrusel de fotografías de ambos. "Fue la persona más cercana a mí durante mucho tiempo. Es difícil explicar nuestro vínculo. Pero surgió de la comprensión de que éramos diferentes y de que la sociedad nos iba a tratar igual por no seguir el status [sic] quo", ha añadido sobre la homosexualidad de Christopher, que falleció con su marido Ray Thacker a su lado.
"Nos dimos la mano y fuimos bailando a través de la locura de nuestra infancia. De hecho, bailar era una especie de pegamento que nos mantenía unidos", ha continuado la artista, que afirma que esa afición fue salvífica para ambos, ya que su profesora de ballet "creó un espacio seguro" para que su hermano "fuera gay, una palabra que no se decía ni se susurraba" en el lugar donde vivían.
Según La Ambición Rubia, cuando se mudó a finales de los 70 a Nueva York para ser bailarina, su hermano la siguió en su aventura. "¡Y otra vez nos dimos la mano y fuimos bailando a través de la locura de Nueva York! Devoramos arte, música y cine como animales hambrientos. Estábamos en el epicentro de todo lo que se creaba. También a través de la locura de la epidemia del SIDA. Y fuimos a funerales y lloramos y bailamos", ha declarado.
Christopher, que trabajó como bailarín, asistente, encargado de vestuarios, decorador y, finalmente, como director creativo de las giras de su hermana porque, "cuando se trataba de buen gusto, él era el Papa, y había que besar el anillo para recibir su bendición".
"¡Desafiamos a la Iglesia Católica Romana, a la Policía, a la Mayoría Moral y a todas las figuras de Autoridad que se interpusieron en el camino de la libertad artística!", ha declarado, recordando que el videoclip de 1989 de su éxito Like a Prayer "fue condenado por el Vaticano por su imaginería religiosa". "Mi hermano estaba a mi lado", ha continuado.
Por ello ha alabado su creatividad —en sus últimos años fue artista, diseñador de calzado e interiorista—. "Era pintor, poeta y visionario. Y lo admiraba. Tenía un gusto impecable. Y una lengua afilada, que a veces usaba contra mí, pero siempre lo perdoné. Alcanzamos las mayores alturas juntos", ha dicho
"Pero nos tambaleamos en los mínimos más bajos. De alguna manera, siempre nos volvíamos a juntar y nos dábamos la mano y seguíamos bailando", ha declarado, recordando que en 2008 su relación se torció después de que Christpher publicase una reveladora autobiografía, Vivir con mi hermana Madonna.
"Los últimos años no fueron fáciles. No nos hablamos durante un tiempo, pero cuando mi hermano enfermó, nos reencontramos. Hice todo lo posible para mantenerlo con vida el mayor tiempo posible. Sufría mucho hacia el final. Una vez más, nos dimos la mano. Cerramos los ojos y bailamos. Juntos", ha finalizado, apuntando: "Me alegro de que ya no esté sufriendo. Nunca habrá nadie como él. Sé que está bailando allá donde se encuentre".
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