Existen grande diferencias en la situación financiera de las urbes de la comunidad.
La situación financiera de las ciudades gallegas presenta importantes contrastes. Esto se refleja en su capacidad para aprobar o prorrogar los presupuestos municipales. Algunas mantienen una gestión eficiente y una importante estabilidad, mientras que otras se enfrentan a grandes dificultades, muchas veces derivadas por la inestabilidad política o por la incapacidad para gestionar sus recursos. Vigo y Ourense son un ejemplo de estas dos situaciones, tal y como se puede observar en el último informe del Observatorio Municipal Gallego de la Red Localis.
Este estudio evalúa la solvencia en base a cinco indicadores: capacidad de financiación, remanente de tesorería, pagos pendientes a proveedores, ratio de deuda sobre ingresos corrientes y ratio de remanente sobre ingresos corrientes. Estos datos revelan grandes diferencias en la gestión de los recursos públicos de los ayuntamientos. La ciudad olívica es la más solvente de Galicia y destaca por su buena gestión en los últimos años, mientras que la urbe gobernada por Gonzalo Pérez Jácome se encuentra sumida en una situación de precariedad económica.
La ciudad con menos deuda de Galicia
Vigo es la ciudad gallega con menos deuda. Desde hace algo más de una década, la urbe no ha tenido que prorrogar sus presupuestos, lo que le ha permitido mantener un control riguroso de sus cuentas. Su gobierno, encabezado desde hace 17 años por el socialista Abel Caballero, ha logrado reducir su deuda a un mínimo histórico: pasó del 21% en 2011 al 0,1% actual. A esto se suma que la ciudad cuenta con un remanente de tesorería positivo de 491,6 euros per cápita.
En el extremo opuesto se encuentra Ourense. Su situación financiera es delicada: desde 2015 —salvo en 2020— la ciudad ha prorrogado sus presupuestos anualmente. A pesar de que cuenta con el remanente de tesorería más alto de Galicia (1.168 euros per cápita), estos fondos no han sido utilizados eficazmente debido a la falta de un presupuesto actualizado. El informe señala que esta acumulación de recursos no refleja buena gestión. Además, presenta un déficit financiero preocupante: su necesidad de financiación es de -47,2 euros per cápita.
La situación económica en otras ciudades gallegas
Otras ciudades gallegas también muestran diferencias. Santiago de Compostela lidera en términos de capacidad de financiación: 78,3 euros por habitante. Le sigue Vigo (74,3 euros) y Pontevedra (56,7 euros). Sin embargo, la situación en A Coruña ha empeorado en los últimos años. Su capacidad de financiación ha caído desde los 75,2 euros por persona en 2017 hasta los 53,1 actuales. Además, la ciudad herculina es la única con un remanente de tesorería negativo (-21,4 euros).
Ferrol tiene una capacidad de financiación muy limitada: apenas 11 euros por habitante. En cuanto a los pagos pendientes a proveedores, Santiago y Pontevedra lideran la lista: 117,4 y 88,7 euros por habitante, respectivamente. En el lado contrario, Lugo y Vigo destacan por ser las ciudades con menos pagos pendientes: 16,8 y 25,4 euros por habitante.
El informe también recoge que Vigo tiene la mejor situación en cuanto a ratio de deuda sobre ingresos corrientes. La ciudad de A Coruña lo ha reducido en 13 puntos en los últimos años, aunque sigue siendo la más endeudada de Galicia, con un 22% de sus ingresos comprometidos en deuda. En el caso del remanente sobre ingresos corrientes, destaca Ourense con un 118%.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}