Pedro Sánchez ha arrancado este mismo viernes los contactos con los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas para diseñar los calendarios de encuentros bilaterales que tendrán lugar en la Moncloa. El presidente del Gobierno anunció a principios de septiembre que iniciaría una ronda de reuniones bilaterales centradas en la reforma de la financiación autonómica, a fin de compensar el concierto catalán pactado con ERC con "más recursos" para el resto de territorios, la mayoría gobernados por el PP.
Fuentes de la Moncloa apuntan ahora a un objetivo más genérico, y puntualiza que dichos encuentros servirán para "reforzar y fortalecer la colaboración del Estado y los gobiernos autonómicos", así como "potenciar el diálogo e impulsar el entendimiento institucional entre las distintas administraciones". El jefe del Ejecutivo contactará con los líderes territoriales por orden estatutario, por lo que arrancará ese diálogo con País Vasco, a la que seguirá Cataluña.
Feijóo se adelantó a Sánchez y fraguó una especie de frente común con sus barones autonómicos para evitar que ninguno cayese en la "tentación" de pactar la financiación de forma unilateral con el Gobierno, lo que a su juicio ayudaría a "blanquear" el pacto con el independentismo. En el acuerdo suscrito el pasado viernes, todos los barones del PP pactaron no "tratar" este asunto en sus respectivas reuniones con el presidente del Gobierno.
La orden pasa por no renegociar tampoco la condonación de la deuda, un asunto especialmente acuciante en regiones como la Comunidad Valenciana o la Región de Murcia, y con la que creen que el Gobierno intentará atraer a algunos ejecutivos autonómicos del PP para quebrar su unidad de acción. El presidente valenciano, Carlos Mazón, ya advirtió esta semana que, pese al acuerdo suscrito con sus compañeros, hablará de las "medidas excepcionales" que necesita su región durante su cita a la Moncloa. "Hablar no significa acordar", reiteran en Génova, donde enfrían la opción de fisuras internas.
Pese a acudir con condiciones, todos los presidentes autonómicos del PP han confirmado que responderán a la llamada de Sánchez y acudirán a la Moncloa por "institucionalidad" y para abordar otros asuntos ajenos a la financiación. Todos menos Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid sigue dejando en el aire su asistencia. "Dependerá del orden del día", afirman en su equipo.
El verso libre de Ayuso generó malestar en algunos territorios por el excesivo protagonismo de la madrileña, y por pedirles públicamente que ninguno acudiese a la cita en la Moncloa. "Van a intentar sobornarnos uno a uno", afirmó la semana pasada, justo en la víspera de la cumbre de barones en un palacete de Madrid. Feijóo prefiere ponerse de perfil y decretar libertad para que sus presidentes autonómicos acudan o no a la Moncloa.
La intención del presidente del Gobierno es aterrizar con las distintas regiones la reforma de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), con mejoras para todas las regiones. Una especie de 'café para todos' para cumplir, por un lado, con el pacto suscrito con ERC para alumbrar el cupo catalán, y tranquilizar por otro al resto de regiones y a su propio partido, donde también han surgido voces críticas contra el "privilegio" del concierto para Cataluña.
El PP reitera que cualquier acuerdo en materia de financiación se trate en los foros multilaterales, como la Conferencia de Presidentes o el Consejo de Política Fiscal y Financiera, petición que el Gobierno no ha tenido aún en consideración.
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