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Antonio Hernando, hasta ahora número dos del gabinete del presidente del Gobierno, también deja la Moncloa. En el alero desde que su jefe directo Óscar López fue nombrado ministro de Transformación Digital, en sustitución de José Luis Escrivà, nuevo gobernador del Banco de España, su salida del equipo directo de Pedro Sánchez se daba prácticamente por descontada.
El nombramiento de Diego Rubio como nuevo jefe de gabinete apuntó desde el principio a una revolución en la Moncloa, que complicaba el encaje de Hernando. Según ha adelantado eldiario.es su nuevo destino será precisamente la secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales del Ministerio de López, donde relevará a María González Veracruz, que se convertirá en la nueva secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
Si la salida de Óscar López hubiera respondido solo al cansancio de un cargo de tanto exigencia como ser jefe del gabinete de Sánchez o a su anhelo de ser ministro, Hernando podría haberse sustituido tras estos años como director adjunto. Pero el presidente decidió aupar al puesto a Rubio, de solo 38 años, especialista en políticas públicas, curtido estos años como negociador en Bruselas y con un perfil más técnico que político. Y lo natural es que él ahora configure su propio equipo.
Como contó este periódico, en las últimas semanas se han realizado evaluaciones a todos los asesores de la Presidencia del Gobierno, en torno a 200, se han realizado fichajes y también ha habido algunos despidos. Distintas fuentes apuntan a un cambio "estructural" en el gabinete. La persona que ha tutelado toda esta operación es Jose Rama Caamaño, que ya era el segundo de Rubio en su anterior destino en Presidencia, como secretario general de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica.
Con la marcha de Hernando, Rama es uno de los más firmes aspirantes a ser el nuevo director adjunto del gabinete de Sánchez, a expensas de que se desvele la nueva organización, previsiblemente este martes. El presidente inicia así una nueva etapa en la Moncloa, que parece buscar una reconexión con las necesidades de las nuevas generaciones -el PSOE tiene un problema grave con el voto masculino joven- y el combate contra el discurso de la ultraderecha.
Entre las principales dudas ahora figura cómo será la conexión entre Ferraz y la nueva Moncloa. Óscar López y el secretario de Organización, Santos Cerdán, tenían muy delimitadas sus funciones, a pesar de que el nuevo ministro de Transformación Digital ocupó este mismo puesto en el pasado y muchas de las decisiones que se tomaban en el equipo del presidente velaban por las necesidades del partido.
Pero desde las elecciones autonómicas y municipales del mayo de 2023, el PSOE se ha quedado sin poder territorial y Pedro Sánchez no oculta que se debe defender y proteger la acción del Gobierno porque solo si los socialistas permanecen en la Moncloa habrá opciones de subsistencia para los nuevos barones.
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