Este es el lugar que tienes que visitar si aún no lo has hecho. Con un pueblo amurallado, aguas cristalinas y la posibilidad de hacer rutas hacen de esta pequeña isla un imprescindible para visitar si pasas unos días en Alicante.
En la costa de Alicante, a tan solo 22 km de la ciudad, se encuentra Tabarca, la isla habitada más pequeña de España. Con una extensión de apenas 1.800 metros de largo y 400 de ancho, esta diminuta joya del Mediterráneo esconde un tesoro de historia, naturaleza y belleza que la convierten en un destino único y cautivador.
A pesar de su tamaño, Tabarca atesora una fascinante historia que se remonta a la época romana. Sin embargo, su mayor protagonismo lo alcanzó como refugio de piratas musulmanes que atacaban barcos cristianos y realizaban incursiones en la costa. Fue entonces cuando el rey Carlos III ordenó fortificar y repoblar la isla en 1760, dando origen al pintoresco pueblo amurallado que hoy es el corazón de Tabarca.
La totalidad de la isla está declarada Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, mientras que sus aguas son Reserva Natural Marina, la primera de España. Un auténtico paraíso para los amantes de la historia y la naturaleza.
Un viaje en el tiempo entre murallas y callejuelas
Al arribar a Tabarca, lo primero que cautiva la mirada son las imponentes murallas y la iglesia de San Pedro y San Pablo, de inspiración barroca y construida en 1779. Adéntrate en el pueblo a través de alguna de las tres puertas de la muralla y déjate envolver por el encanto de sus pintorescas callejuelas.
Entre los tesoros históricos que aguardan al visitante se encuentran la Casa del Gobernador, hoy convertida en hotel; las misteriosas Cuevas de Llop Marí; y el fascinante museo de Nueva Tabarca. Cada rincón de la isla tiene una historia que contar.
Naturaleza en estado puro: playas, calas y rutas
En sus aguas se puede hacer esnórquel, aunque si prefieres mantenerte en tierra firme, no te pierdas las rutas a pie que recorren la isla. Descubre la solitaria Torre de San José, con orígenes en los siglos XIV y XV, y alcanza el imponente faro de Tabarca, del siglo XIX, donde podrás disfrutar de unas vistas inolvidables y de una de las mejores puestas de sol de la región. Y si lo tuyo es tomar el sol y relajarte, las playas y calas de Tabarca te enamorarán. Desde la única playa de la isla hasta las recónditas calas que salpican su costa, cada rincón es un oasis de paz y belleza.
¿Cómo llegar a la isla de Tabarca?
Acceder a Tabarca es tan sencillo como embarcarte en una aventura. Desde Santa Pola, el punto más cercano a la isla, parten embarcaciones que en apenas 25 minutos te llevarán a este tesoro del Mediterráneo. También puedes llegar desde Alicante y Benidorm.
Así que ya sabes, si buscas un destino único, cargado de historia, naturaleza y encanto, Prepara tus maletas y embárcate en una aventura inolvidable en la isla habitada más pequeña de España.
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