La ofrenda floral de las instituciones mostró hoy que la Diada de Cataluña de 2024 será una Diada de baja intensidad. El cinturón policial estaba tan lejos del monumento que apenas se oían los abucheos. El presidente catalán Salvador Illa prefirió no hablar en nombre de la Generalitat. Lo hizo Silvia Paneque, consellera portavoz, que incluso repitió la declaración en castellano, apelando a la capacidad de integración de Cataluña de personas de origen diverso.
Es la primera Diada desde 2014 sin mayoría independentista en el Parlament. El PSC hizo una ofrenda con el grueso de sus cuadros. Fueron el grupo más numeroso, encabezados por el expresident José Montilla y el ministro de Industria Jordi Hereu y demostrando el poder institucional que acumulan en Cataluña. Simbolizaban el cambio de ciclo político, con una Diada que deja de estar centrada en la crispación y más focalizada en el respeto de la pluralidad.
Paneque ha subrayado en su parlamento que los objetivos de integración deben lograrse “nuevos objetivos de país” a través del "diálogo entre diferentes". "Cada uno desde sus posiciones, ideas, proyectos y aspiraciones", ha añadido. La portavoz ha mantenido que Cataluña es "un lugar de esperanza, futuro y oportunidades" y ha garantizado que desde el Govern trabajarán para "no dejar escapar ni una". "La catalanidad es un título que nos honra", ha asegurado la portavoz, quien ha dicho que Cataluña es "un país con una profunda raíz cívica".
El presidente del Parlament Josep Rull sí que hizo unas declaraciones más combativas. Pero en el tono amable y conciliador que le caracteriza. “Por desgracias, un año más tenemos que conmemorar la Diada, con Carles Puigdemont, Lluís Puig y Toni Comín en el exilio”.
“El Tribunal Supremo se ha declarado en rebeldía”, ha lamentado Rull que ha reivindicado en su parlamento “el derecho de autodeterminación es un derecho indiscutible, para convertirse en una nación plena y libre”.
Josep Rull ha coincidido con el discurso de Paneque en que “Cataluña es una nación y es una nación con un proyecto luminoso, con un proyecto de acogida, que no pregunta a nuestro ciudadano de dónde vende sino a dónde van, la capacidad de participar en nuestro país”.
El palestino de Colau
Por parte de los Comunes, lo más destacado ha sido el pañuelo palestino que llevaba Ada Colau, que en breve dejará el Ayuntamiento de Barcelona. Los Comunes ya hicieron su ofrenda al margen de Podemos. Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni ha destacado que esta nueva fase política ha de ser “de concordia y prosperidad”.
Cuando llegó ERC el grueso del cinturón policial ya se había retirado pero sólo había una docena de personas que silbaron y abuchearon de manera dispersa. La delegación de ERC estuvo marcada por las ausencias. Ni la secretaria general, Marta Rovira, ni el aspirante a presidir el partido Oriol Junqueras, participaron en el acto. Rovira, muy cuestionada tras saberse que conocía la estructura B que se dedicaba a hacer campañas sucias, tampoco participarán en la manifestación de la ANC de esta tarde. Era la primera Diada en que Marta Rovira podía participar tras su regreso de Suiza.
Por otro lado, el FC Barcelona acudió con una amplia representación. No sólo Joan Laporta, también el entrenador Hansi Flick, o el jugador Alejandro Baldo o Alexia Putellas, entre otros. El PP, Vox y Aliança Catalana han optado por no participar en la ofrenda floral, acto con el que siempre arranca la Diada de Cataluña.
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