Cambio de hora: cómo puede afectar a la salud y consejos para evitarlo


         Cambio de hora: cómo puede afectar a la salud y consejos para evitarlo

Cansancio, falta de concentración, irritabilidad o problemas de insomnio, son algunos de los síntomas que puede provocar en nuestro cuerpo el cambio de horario de verano a invierno.

La hora de comer, de dormir e incluso nuestro tiempo de ocio se puede ver condicionado por el cambio al horario de invierno que tendrá lugar en la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre. El cambio de hora del último domingo de este mes consistirá en retrasar el reloj una hora, por lo que a las 03.00 horas serán las 02.00 horas.

Tanto en marzo como en octubre, al llevar a cabo los cambios de hora, es común experimentar una sensación como de 'jet-lag'. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), a nuestro organismo le cuesta más adaptarse al horario de verano que al de invierno porque pierde una hora; sin embargo, el cambio de hábitos y el desajuste de nuestro reloj biológico provoca una serie de efectos en nuestra salud.

Cómo afecta el cambio de horario a la salud

El cansancio, la somnolencia, la falta de concentración, irritabilidad, o problemas de insomnio, así como dolores fuertes de cabeza como cefaleas o migrañas, son algunos de los síntomas que puede llegar a sufrir nuestro organismo cuando se produce el cambio de horario.

Estos efectos tienen repercusión a nivel personal, pero también a nivel laboral, ya que entramos a la oficina de noche y salimos de noche. La luz solar es necesaria para el buen funcionamiento de nuestro reloj biológico, así como beneficiosa para evitar problemas de salud mental.

Según la Sociedad Española de Neurología, se calcula que el 48% de la población adulta y el 25% de la población infantil no goza de un sueño de calidad. Nuestro cuerpo sufre una serie de transformaciones muy necesarias mientras dormimos que influyen también en el apetito e incluso en la hormona del crecimiento. Cuando no dormimos lo suficiente se produce un desgaste innecesario en el cuerpo, lo que produce una bajada de nuestra productividad y eficiencia.

Si bien los cambios horarios y la adaptabilidad de nuestro cuerpo a ellos suele verse condicionado por la edad, hay algunos trucos generales que pueden ayudar contra el 'jet-lag' horario.

Cómo evitar que el cambio de hora nos afecte

  • Beneficiarse de la luz natural dando un paseo de 30 minutos por la mañana.
  • Intentar no usar ningún tipo de pantallas antes de irse a dormir, para favorecer el sueño y dormir las horas necesarias. Hay que llevar especial cuidado con factores como la temperatura, la oscuridad y el ruido de la habitación. También se puede ir adaptando la hora de ir a dormir 10-15 minutos cada día hasta conseguir equilibrar de nuevo la rutina.
  • Mantener horarios de actividad física y comidas regulares y una dieta equilibrada, así como llevar un buen horario durante la cena, intentando evitar comer dos horas antes de acostarse.

"Si bien experimentar cambios puntuales en el sueño es algo normal, cualquier persona que no consiga tener un sueño reparador, a pesar de mejorar sus hábitos, debería consultar con su médico. Aunque lamentablemente los problemas del sueño hayan sido normalizados o culturalmente aceptados, mejorar el descanso tiene que ser una prioridad para todos porque el sueño es esencial para la salud", destaca la doctora Ana Fernández Arcos de la Sociedad Española de Neurología.

Referencias

Un 45% de la población padecerá en algún momento algún trastorno del sueño grave. Sociedad Española de Neurología (2023). Disponible: https://www.sen.es/saladeprensa/pdf/Link398.pdf

Luis Ángel Aguilar Mendoza, Solange Caballero, Verónica Ormea, Geraldine Salazar, Lillyan Loayza, Ana Muñoz. The importance of sleep in learning: From the perspective of neurocience. UNIFE: Vol. 25 Núm. 2 (2017): Avances en Psicología: Revista de la Facultad de Psicología y Humanidades. https://doi.org/10.33539/avpsicol.2017.v25n2.349

Collado-Ardón, R., Aguilar, R., Álvarez-Gayou, J. L., Serrano, C. C., Kuri, P., del Campo, et al. El cambio de horario y la salud (2001). Rev Fac Med UNAM, 44(5).

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