Algunas palabras sobre La lealtad de los caníbales de Diego Trelles Paz


         Algunas palabras sobre La lealtad de los caníbales de Diego Trelles Paz

Literatura

Estamos en la tercera parte de la lectura de La lealtad de los caníbales de Diego Trelles Paz editada por Anagrama. Una de las grandes novelas de este lustro. Mira el DOS: casa de los dulces. Alfonso, cura pedófilo, gallego, de España, Aranjuez. Piensa, conmigo, Diego, ese es el camino oscuro, terrible, real. Depredador en La romería de san Isidro, con aquel tinte negro, como las pinturas, como el Museo del Prado en una página web clonada, fiesta de peregrinación degradadas, bocas desencajadas. En sueños, el niño, los niños, Guatemala. Estoy en la casa de los dulces y pienso en Hansel y Gretel, la canción de Golpes Bajos.

El dulce puede ser tóxico, blanco y agudo en la parte de atrás de la lengua, Diego, dile a Alfonso que hay una bruja mala en el sótano, con su sotana, con su camiseta interior que pone: Yoestuveenguadalajara o Yoestuveenaranjuez. La bruja escribe en su diario, siente que dios lo ha abandonado, camina hacia la muerte rodeada de gente deshumanizada y yo, que escribo sobre tu novela, entiendo los susurros, los gritos que ella/él escucha. Son los mismos que en la historia de los muertos vivientes, aquella última alma, camino del infierno, que se encontró que ya no cabía nada ni nadie más allí abajo y todos, los que cabían y no, habían derrumbado las puertas del abismo y el demonio, satanás, cualquiera de ellos, los manda para arriba, entre risas.

Cuando no haya sitio en el infierno los muertos volverán a caminar sobre la tierra. Aquí pondré un enlace a The man comes around de Johny Cash. Seguro que te gustará la idea. ¿Estás preparado para esta narrativa? El demonio es un infante esquizoide al que le gusta disfrazarse.

Empiezo a encontrar triángulos (y alguna otra figura más, ya te iré contando) por todos los sitios, Ishiguro, Rosalbita, Don Tito. No sabemos si es discusión o amor, como no sabemos el papel de doña Tilsa más allá de mantener unidas las ideas de las canciones de los Panchos y los japoneses que acudieron a Lima. Del Japón al Perú. La literatura como una charca, como una barcaza que recorre el lago, el río de las almas, tú me entiendes, unos soles bajo la lengua, bajo los ojos y, de pronto, se aparece el 'Chino' Fujimori. Llegó el tiempo de que Batman y Robin culeen. Hay miles de memes por la red que lo demuestran. Revistas, viñetas, de colores equivocadas, traídas de importación, pero anticuadas. Viejas, de numeración falsa. Cuando el segundo Robin ha muerto, Batman en el tebeo lo acaba de conocer. Son mundos paralelos, poetas y perritos calientes, ellos te lo explicarán. Mi mala letra, encuentro Kloaka, Mariela, Deypus (ahí, sí, seguro, en el viejo ejemplar del Zona de Obras).

Otro triángulo: Don Tito vs. Vladimir Herrera vs. Enrique Vila Matas. Trelles y Wong, viajando de Montevideo a Lima, de Barcelona a Lisboa, en busca de Vila Matas. Resulta que está tomando un jugo y un tostado debajo de tu casa. El terror y el amor, la frustración, la espera, el cuento dentro de la novela (eso lo hace tan bien Diego, qué envidia, conseguir que las historias funcionen de manera independiente y totalmente ligadas), el relato que se construye, como dentro de un diario de viaje. Desde 1992, el autogolpe, 1995, la seguridad frágil y bastarda de Fujimori, y Sendero Luminoso, y los que no son Sendero Luminoso, pero conocen el término Falsa bandera. Al final, no es más que violencia, abras o no el libro por la mitad o por el principio, no sabría decirte, la verdad.

Pero eso sucede, tus dedos son una ganzúa violenta que abre el libro por la mitad, como si Trelles Paz hubiera esperado para lanzar el ejemplar al suelo y pisotearlo y dejar que todo el jugo de sangre púrpura nos llenara la cara, el pecho, el alma.

Haydeè Arroyo, más la Chata, más el Comandante, el que cierra, el que va duro de viol... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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