En este tipo de grasa podemos encontrar la fórmula para adelgazar de forma saludable mediante estímulos ambientales
Son muchas las personas en España que tienen el objetivo de perder peso, algunas de ellas ponen en riesgo su salud y consiguen un efecto contrario al deseado realizando dietas extremas, tomando medicamentos sin respaldo médico o sometiéndose a procesos quirúrgicos innecesarios. Todos los seres humanos nacemos con un tipo de grasa de color marrón que va reduciéndose con el paso de los años, y a través de la cual es posible adelgazar sin poner en riesgo la salud.
¿Qué es la grasa marrón?
Los adipocitos, también conocidos como lipocitos o células grasas adiposas, son las células encargadas de almacenar lípidos y constituyen el 95% del tejido adiposo. El color de dichas células es determinante, cuando son de color marrón en lugar de blanco, la grasa es capaz de quemar un mayor número de calorías al generar calor y consumir más energía, lo que la convierte en una grasa metabólicamente más activa con mayor tendencia a la oxidación.
Al igual que otros mamíferos, los humanos nacemos con una cantidad importante de grasa marrón en nuestro organismo, pero esta va desapareciendo a medida que cumplimos años. Aunque, según un estudio elaborado por científicos británicos, una hormona llamada irisina habitualmente presente en la grasa blanca podría convertirla en grasa marrón.
Este tipo de grasa suele localizarse en el cuello, los hombros y la clavícula, y es capaz de quemar calorías aún estando en reposo. Las investigaciones apuntan a que las personas con un índice de masa corporal más bajo tienen un mayor número de adipocitos de color marrón.
Según explica Boticaria García en su libro Tu cerebro tiene hambre "Los adipocitos marrones tienen muchas mitocondrias que funcionan como calderas o centrales energéticas capaces de generar más calor y consumir más energía".
Además de ayudar con la pérdida de peso, la grasa parda favorece la regulación de azúcares en sangre, previniendo enfermedades como la diabetes y la obesidad.
Cómo activar la grasa marrón
Mediante determinados actos podemos activar nuestra grasa marrón agilizando el metabolismo, y así adelgazar con mayor facilidad. Los factores ambientales juegan un papel fundamental en la activación de estas células; y es que, la exposición al frío es una opción muy eficaz para activar la grasa marrón. Exponer nuestro cuerpo a temperaturas inferiores a 19 grados no sólo generará una mayor cantidad de grasa marrón, sino que también incrementará la eficacia de la misma a la hora de quemar calorías, esto ocurre especialmente si exponemos el cuerpo a temperaturas bajas en el agua, es lo que se conoce como termogénesis adaptativa o termogénesis inducida por el frío.
La práctica regular de ejercicio es aconsejable para mantener un estado de salud óptimo, y también para estimular las reservas de grasa marrón. Además, el ejercicio será más efectivo en este sentido si se practica a temperaturas frescas y la piel está expuesta para que la evaporación del sudor aumente el proceso de enfriamiento corporal. Cualquier ejercicio activa esta respuesta metabólica, pero especialmente el ejercicio aeróbico y de resistencia.
Por otro lado, según un estudio publicado en la revista científica Experimental Physiology, estar expuestos a determinadas situaciones que generen en nuestro cerebro estrés leve o agudo ayuda a aumentar la productividad de la llamada grasa marrón al producirse un gasto calórico extra. Pero, no hay que olvidar que el estrés crónico y continuado genera el efecto contrario, hace engordar.
Las pieles de algunas frutas y vegetales tienen en su composición el llamado ácido ursólico, una sustancia totalmente natural que ayuda a aumentar la grasa marrón y la musculatura, al mismo tiempo que mejora la tolerancia a la glucosa. Entre estos alimentos destacan ... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}