María Jesús Montero ha jugado al despiste este miércoles y ha asegurado que el pacto del PSC con ERC no incluye un cupo catalán ni nada que se le parezca. "Ni es un concierto económico ni es una reforma al uso del modelo de financiación", ha declarado la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda en una visita a Rota (Cádiz), negando la mayor y desmarcándose de las críticas por las concesiones a Cataluña, incluyendo de los territorios gobernados por el PSOE.
El cupo catalán estaba asumido por todos tras conocerse el pacto para la investidura de Salvador Illa. Los republicanos, de hecho, lo han repetido durante las últimas semanas como contrapartida al Gobierno de la Generalitat, hablando de "concierto económico solidario". Montero, sin embargo, se ha afanado en situar el acuerdo fuera de esta figura, aunque sin concretar ningún detalle sobre la fórmula que se va a aplicar en Cataluña: "Va a ser bueno para el conjunto del Estado español". "Que exista una financiación singular para Cataluña no supone ningún agravio con el resto de territorios. Es compatible una financiación singular con un modelo de financiación que sea justo para el conjunto del territorio", ha añadido.
"Lo podemos llamar como queramos, pero la única experiencia de nuestro país de concierto es el vasco y el navarro", ha indicado, tras asegurar que ninguna de las críticas vertidas desde el PP o las baronías críticas con Pedro Sánchez se ajustan a la verdad. "Ninguno de los comentarios y críticas que he escuchado estos días se aproximan a la realidad de lo que se firmó, que es la solidaridad en hacer homologable los servicios públicos en el conjunto del territorio", ha subrayado Montero, que ha aludido varias veces al concepto de "solidaridad" durante su comparecencia.
La realidad es que el cupo catalán es un problema para el Gobierno de coalición. Regiones gobernadas por los socialistas, como Castilla-La Mancha o Asturias, ya han levantado la voz contra el acuerdo con ERC, bajo el argumento de que quiebra la igualdad entre los españoles en beneficio de Cataluña por fines políticos. Es el mismo discurso que manejan en el PP, que ya prepara una ofensiva sin cuartel contra el Ejecutivo e incluso explora posibles alianzas con dirigentes del PSOE como Emiliano García-Page. "Es la madre de todas las batallas", aseguran en Génova.
Las críticas trascienden de la oposición y los barones críticos. Josep Borrell, una voz autorizada dentro del partido, criticó el pacto en una entrevista con El País, donde dijo que "asume postmortem el relato del procès". Montero también ha tenido reproches para él, de quien ha dicho que tiene una "relación peculiar" con Cataluña y el independentismo. Así, la dirigente socialista ha rebajado el valor de sus palabras y ha recordado que en los últimos años ha estado volcado en el plano internacional por su papel como alto representante de la UE.
La ministra de Hacienda se ha mostrado ajena a todas estas consideraciones y ha reiterado que el acuerdo con ERC "va a ser bueno" para el conjunto de España y para otras comunidades que han puesto el grito en el cielo, como Andalucía, que le implica a ella personalmente por su posible liderazgo de la formación. "Cualquiera que diga otra cosa, miente. Y miente el PP, que ha hecho de la confrontación con Cataluña el eje de su política", ha declarado.
Montero, muy crítica con los de Alberto Núñez Feijóo, ha instado a los territorios gobernados por los populares a que pongan sobre la mesa un modelo alternativo de financiación para Cataluña y el resto de comunidades. "Invito al resto de autonomías a que se inspiren en el acuerdo con ERC para explorar otras rutas y satisfacer las demandas de autogobierno sin quebrar la solidaridad del conjunto del territorio para la prestación de servicios públicos", ha aseverado.
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