Desde el impuesto de matriculación hasta el IVA del combustible, descubre todas las tasas que implica ser propietario de un vehículo en nuestro país. La factura total supera los 1.000 € anuales de media.
Tener un coche en España sale caro. Según un informe de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ANFAC), cada propietario paga de media 1.068 € al año en impuestos relacionados con su vehículo. Una cifra nada desdeñable que conviene tener muy en cuenta a la hora de planificar el presupuesto familiar.
Pero, ¿de dónde sale este importe? ¿Cuáles son exactamente las tasas que hay que abonar por tener un coche? Vamos a repasar uno por uno todos los impuestos que gravan la compra, propiedad y uso de un vehículo en nuestro país.
Impuesto de matriculación
El primero que nos encontramos es el impuesto de matriculación, que se paga una única vez al dar de alta el vehículo. Su importe depende de las emisiones de CO2 y puede ir desde el 0% hasta el 14,75% del valor del coche. Las familias numerosas tienen un 50% de descuento y algunos colectivos como personas con movilidad reducida están exentos.
Impuesto de circulación, el gasto anual ineludible
Pero sin duda, la tasa que más nos "duele" es el impuesto de circulación o IVTM, que hay que abonar cada año para poder circular por las vías públicas. Su cuantía la fija cada ayuntamiento en función de los caballos fiscales del vehículo.
Impuestos presentes en cada repostaje
Otros impuestos van "camuflados" en los precios que pagamos por servicios relacionados con el vehículo. Es el caso del Impuesto sobre las Primas de Seguro (IPS), que supone un 8% de la prima del seguro obligatorio, o el IVA del 21% que se aplica al comprar un coche, pasar la ITV o repostar combustible.
Y hablando de repostar, cada vez que llenamos el depósito también pagamos el impuesto de hidrocarburos, que en España representaba de media el 32% del precio de la gasolina y el 28% del gasóleo. Es decir, unos 0,47 € y 0,38 € por litro, según datos de 2021.
La ITV, otro gasto periódico a tener en cuenta
Por último, no hay que olvidar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), obligatoria a partir de los 4 años del coche y luego cada 1 o 2 años según su antigüedad. Pasar la ITV cuesta entre casi 40 € y casi 80 € dependiendo del tipo de vehículo y la comunidad autónoma.
En definitiva, tener un coche en propiedad implica una importante carga fiscal que conviene valorar antes de decidirse a comprar uno. Entre impuesto de matriculación, circulación, ITV, IVA, etc. el desembolso anual fácilmente supera los 1.000 €. Una cifra a la que habría que sumar el coste del propio vehículo, el combustible, el seguro o el mantenimiento.
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