Chupinazo San Fermín 2024, en Pamplona | Última hora del inicio de las fiestas, en directo
Este sábado han comenzado las fiestas más famosas de nuestro país, San Fermín. Pamplona se viste de blanco y rojo y se prepara para 204 horas de celebración constante. Como cada 6 de julio, el reloj de la plaza Consistorial ha marcado las 12 de la mañana y un cohete ha estallado en el cielo —hoy grisáceo— de la capital navarra al grito de "¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!", ante una multitud de pañuelos rojos y con la tradicional banda sonora de los gaiteros pamploneses.
Es, precisamente, este mítico instante, el que inmortaliza el cartel oficial de los Sanfermines 2024 y uno, después de presenciarlo con los vellos de punta, entiende el porqué.
Durante los próximos 8 días, Pamplona será el epicentro de la fiesta. Con sus míticos encierros a las ocho de la mañana, que hacen vibrar el asfalto desde la Cuesta de Santo Domingo hasta la Plaza de Toros, pero también con sus jotas, sus danzas tradicionales, o con los gigantes y cabezudos que recorren sus calles y que hacen la delicia de locales y forasteros que acuden hasta la capital navarra cada año. Quién ha tenido el privilegio de vivir unos Sanfermines en persona, sabe que no hay nada igual en el mundo.
El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón (Bildu) ha asegurado en declaraciones al Canal 24h de RTVE a escasas horas del chupinazo que, a día de hoy, la popular fiesta navarra "no se concibe sin los toros". Sus encierros y las corridas de la Feria de San Fermín son un reclamo para la capital foral, que cada año cuadruplica su población entre el 6 y el 14 de julio. "En el siglo XXI el ocio humano no puede sustentarse en el sufrimiento animal", ha reflexionado Asirón a nivel personal, para después matizar que, de eliminarse la tauromaquia de las fiestas navarras en un futuro, "será consecuencia de un debate social mucho más profundo".
Asirón, que llegó a la alcaldía de Pamplona tras acometer una moción de censura el pasado mes de diciembre contra el equipo de gobierno de Cristina Ibarrola y UPN, ha comentado que no imaginaba vivir los Sanfermines como alcalde "tan rápido" —ya lo experimentó entre 2015 y 2019— a pocas horas de un chupinazo con amenaza de lluvia, que en esta ocasión ha sido lanzado por el grupo de danzas local "Duguna", que cumple 75 años de historia.
Precisamente en 2019, con Asirón en el poder, un edil de EH Bildu trató de sacar la "ikurriña" durante el chupinazo. "La ikurriña es mucho más que la enseña de una comunidad concreta y es muy sentida por gran parte de la comunidad de Pamplona", ha dicho el regidor. En esta ocasión, las banderas del aspa vasca se han quedado en el cajón —y en el corazón de alguno de los que estaba en el balcón consistorial— y la polémica ha dejado paso a la celebración, a ese momento en el que las botellas de vino se descorchan para tintar de púrpura el atuendo pamplonica. El verdadero bautismo sanferminero.
La imagen de los Sanfermines también ha quedado empañada tras el mediático caso de "La Manada" y desde entonces, la capital navarra ha intentado convertirse en la "punta de lanza" contra la violencia machista y ha reforzado su dispositivo de seguridad para evitar más altercados machistas con la implantación de puntos de información contra agresiones sexistas, que estarán abiertas a diario hasta las 12 de la noche y brindarán "atención, protección y acompañamiento" a todas las posibles víctimas.
En 2024 los Sanfermines esperan una gran afluencia de visitantes, incluso más de lo habitual, al cubrir dos fines de semana, pero Asirón confía en que todo el dispositivo de seguridad, en colaboración con la policía municipal y foral, "va a funcionar como un reloj".
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