Estar al volante requiere toda nuestra atención para evitar poner en riesgo nuestra salud y la de los demás. Por eso cumplir todas las normas es importante para una buena conducción y evitar multas económicas.
En España, muchos conductores disfrutan de escuchar música mientras están al volante, ya sea circulando por ciudad o por carretera. Sin embargo, la Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que hacerlo a un volumen excesivamente alto no solo supone un riesgo para la seguridad vial, sino que también puede conllevar multas de hasta 3.000 euros.
El sonido se mide en decibelios (dB), y esta unidad es clave para determinar si el volumen de la música en un coche constituye una contaminación acústica para los demás usuarios de la vía. Aunque cada ayuntamiento establece sus propios límites según sus ordenanzas municipales, la referencia general a partir de la cual los consistorios pueden iniciar un proceso de sanción son los 87 dB.
Recomendaciones de la DGT sobre la música al volante
La DGT recomienda mantener siempre un volumen moderado al escuchar música mientras se conduce. Además, sugiere evitar que la música pueda producir somnolencia en el conductor, fomentar actitudes agresivas o defensivas al volante, o suponer una distracción que afecte a la concentración necesaria para una conducción segura.
Hasta 3.000 euros de multa
Aunque son los ayuntamientos los encargados de fijar los límites precisos en decibelios y los rangos que determinan el importe de las multas, la DGT advierte que, en algunos casos, las sanciones pueden alcanzar los 3.000 euros. La cuantía dependerá del nivel de volumen y de las circunstancias específicas de cada situación.
La importancia de una conducción responsable
Más allá de las posibles multas, es fundamental que los conductores en España tomen conciencia de la importancia de mantener una conducción responsable y segura. Esto implica evitar distracciones al volante, como puede ser el exceso de volumen de la música, y prestar siempre la máxima atención a la carretera y al entorno.
En definitiva, disfrutar de la música mientras se conduce es perfectamente compatible con una conducción segura, siempre y cuando se mantenga un volumen adecuado y no suponga una distracción. De lo contrario, además, se puede poner en riesgo la seguridad propia y la de otros.
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