Según los expertos, elegir el envase adecuado, controlar la temperatura y el tiempo son claves para evitar la proliferación bacteriana y prevenir riesgos para la salud al conservar alimentos en el frigorífico. Descubre los problemas de este acto tan cotidiano en las familias de España.
Una práctica común en muchos hogares españoles es guardar las sobras de comida en la nevera dentro de la misma olla donde se cocinaron. Sin embargo, según advierten los expertos, esta costumbre puede exponer a serios problemas de salud. El punto crítico radica en el riesgo de intoxicaciones alimentarias debido a una refrigeración inadecuada, ya que los microorganismos patógenos se multiplican rápidamente a temperaturas templadas.
¿Por qué no se recomienda almacenar ollas con comida en el frigorífico? Actualmente, existen múltiples opciones para envasar o conservar cada alimento de forma apropiada, puesto que de ello dependerá que puedan consumirse posteriormente en buenas condiciones sin afectar la salud.
¿Cuál es el mejor tipo de recipiente de conserva?
En muchas ocasiones, las condiciones de conservación en ollas o cazuelas no son las idóneas. En el ambiente frío y húmedo de la nevera, los recipientes de aluminio como las ollas pueden acelerar su oxidación, lo que podría alterar las propiedades de los alimentos y deteriorarlos. Además, los envases de acero resultan menos también pueden propiciar las condiciones de dicha oxidación.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) destaca la importancia de almacenar los alimentos en recipientes cubiertos o bolsas selladas, ya que esto podría ser una de las acciones que ayuden a mantener los ingredientes, evitar problemas de salud y conseguir una conservación más segura.
Cómo conservar las sobras de comida
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconseja seguir estos pasos al guardar alimentos ya cocinados:
- Refrigerar la comida apenas deje de quemar, aunque siga caliente. El único inconveniente es un leve aumento inicial de la temperatura interna y del consumo eléctrico, pero es preferible no arriesgar la salud. Recuerde que un alimento contaminado no siempre presenta aspecto u olor extraños.
- Envolver todo correctamente, usando plásticos o pinzas para cerrar las bolsas. Si quedan restos en una lata abierta, traspasarlos a un envase de plástico o vidrio.
- Evitar manipular con las manos sucias los alimentos almacenados por períodos prolongados, para prevenir su contaminación.
- Si no se consumirán pronto, es preferible congelarlos.
- Anotar la fecha de ingreso para llevar un control.
Distribución correcta de los alimentos en el frigorífico
El crecimiento microbiano se ralentiza o detiene a bajas temperaturas. Por eso es crucial mantener frescos ciertos productos, evitando así muchas infecciones e intoxicaciones alimentarias.
La puerta de la nevera es la zona menos fría, por lo que no deben guardarse allí alimentos perecederos, sólo bebidas o salsas industriales. Los estantes superiores y centrales, más fríos, son ideales para lácteos, embutidos, platos cocinados y productos abiertos que requieren refrigeración. El estante inferior, sobre el cajón de frutas y verduras, es el más frío y perfecto para carnes y pescados crudos o alimentos en descongelación. El cajón inferior, menos frío, es óptimo para frutas y verduras, que podrían deteriorarse con un frío extremo.
Las temperaturas adecuadas para conservar alimentos refrigerados son: congelador por debajo de -18 °C y nevera: entre 1... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}