Este municipio se fundó en el siglo IX como una villa defensiva, pero tuvo que ser desalojado en 1955.
Cáceres es una de las provincias más desconocidas de España, pero no tiene nada que envidiar a las más populares. No es tan turísticas como otras zonas del país, pero tienen su propio encanto. Tanto es así que hasta uno de sus pueblos, que lleva décadas abandonado, se ha convertido en uno de los destinos preferidos por los estudiantes, así como el escenario prefecto para grabar un videoclip o una película.
Se trata de Granadilla, un municipio situado en el norte de la provincia de Cáceres. La historia de este pueblo amurallado se remonta a la época musulmana. Fue fundado en el siglo IX como una villa defensiva, pero tuvo que ser desalojado en 1955 por la construcción del embalse de Gabriel y Galán —nombre que recibe en honor al poeta salamantino José María Gabriel y Galán, que vivió en el pueblo—. Se suponía que el agua llegaría a inundar toda la zona, pero finalmente no ocurrió.
Los estudiantes cuidan el pueblo
Tras la marcha de sus últimos residentes, la villa se convirtió en un pueblo fantasma. Sin embargo, en 1980 fue declarada Conjunto Histórico Artístico. En ese momento, las entidades empezaron a apostar de nuevo por este lugar y entró en el Programa de Reconstrucción de Pueblos Abandonados. Más allá de una restauración de las viviendas y calles del municipio, este plan involucra directamente a los estudiantes.
Durante 15 días, los jóvenes se trasladan hasta el pueblo para convertirse en agricultores o ganaderos, entre otros. Los estudiantes se encargan de tareas como la limpieza, reparación, carpintería, albañilería y puntura, así como jardinería y cuidado de huertos.
No solo estudiantes han pasado por este lugar. Granadilla se ha convertido en el escenario perfecto para algunas piezas cinematográficas. Sale al final de la película ¡Átame! de Pedro Almodóvar y en un videoclip de la cantante libanesa Balqees Ahmed Fathi.
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