La ministra de Igualdad, Ana Redondo,
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, no contempla por el momento pedir la dimisión de la directora del Instituto de las Mujeres, tras publicarse que ella y su pareja habrían obtenido 64 contratos de municipios gobernados por el PSOE para gestionar puntos violeta. Mientras que su antecesora en el cargo, Irene Montero, está convencida de que Isabel García "debe ser cesada", Ana Redondo piensa que "hay que darle tiempo, hay que permitirle que de las explicaciones que considere". Sumar, en cambio, considera que García "nunca debió ser nombrada".
"Y eso es lo que vamos a hacer", ha confirmado la titular de Igualdad ante los periodistas este jueves por la mañana. La ministra se ha revindicado como "partidaria de las reglas de la democracia", y ha añadido: "También creo que hay que confiar en las personas y darles el tiempo que merecen para poder explicarse". Ha llegado a pedir "paciencia" y "humanidad".
La directora del instituto, de hecho, ha ofrecido explicaciones esta misma mañana desde su cuenta de X. Ha asegurado que tiene "la conciencia tranquila" y "la certeza de haber hecho las cosas bien". "Me siento muy orgullosa del trabajo que estamos realizando desde el Instituto de las Mujeres", ha apuntado García.
Asimismo, ha explicado que "fue en 2022 cuando, libre de responsabilidades políticas", decidió construir una consultoría de igualdad junto a su mujer. "En ese momento yo ya no ostentaba ninguna responsabilidad orgánica, institucional ni de ningún tipo en el PSOE", ha aclarado. En 2023, cuando la nombraron directora del Instituto de las Mujeres, García se puso en contacto con la Oficina de Conflicto de Intereses para que le indicaran "cómo proceder", según ha relatado.
"Se me indicó que debía actualizar mi situación profesional y que la ley me permitía mantener hasta un 10% de las empresas que compartía con mi mujer". ¿Qué hizo entonces Isabel García? Según su relato, mantuvo a su nombre un 8% de las sociedades constituidas, por lo que este jueves ha presumido de cumplir "escrupulosamente" la ley reguladora de los conflictos de intereses de los miembros del Gobierno y de los altos cargos de la Administración General del Estado". Desde entonces, por tanto, la titularidad la ostenta casi por completo su mujer, Elisabeth García Busnadiego, exasesora del PSOE en el Senado.
García mantiene que está desvinculada de la titularidad y la gestión de las dos sociedades adjudicatarias de 64 contratos públicos de Ayuntamientos gobernados por el PSOE, tal y como adelantó este miércoles El Español. Las empresas habrían facturado alrededor de 250.000 euros gracias a estas adjudicaciones.
Las declaraciones de la actual ministra de Igualdad contrastan con las de su antecesora en el cargo, Irene Montero. "Queda claro que el PSOE quería recuperar el Ministerio de Igualdad para hacer políticas feministas", ha ironizado la eurodiputada de Podemos antes de sentenciar que "la directora del Instituto de las Mujeres debe ser cesada". Aún guardaba un segundo dardo para García, con la que hace tiempo que mantiene una rivalidad: "No es más grave la corrupción que la transfobia".
El 10 de enero de 2023, García publicó un polémico tuit en el que afirmaba que "las mujeres trans no existen" y añadía que "las mujeres transexuales son mujeres transexuales y punto".
El PP la acusa de lucrarse de la violencia machista
El miércoles, según se desvelaron las informaciones sobre Isabel Rodríguez, Alberto Núñez Feijóo reclamó "que los cargos del Partido Socialista se dejen de lucrar con el dinero destinado a la violencia de género". "Quiero manifestar, en nombre del PP, una vez más, nuestra rotunda condena a estos crímenes y nuestra solidaridad con las víctimas de la violencia machista", aseveró en declaraciones recogidas por Europa Press.
Aludiendo a la iniciativa que presentó ese mismo día Pedro Sánchez en el Congreso, Feijóo tiró de ironía y dijo que "la gestión de los puntos violeta acreditan la regeneración que el presidente acaba de trasladar a la Cámara".
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