Cada vez más propietarios encuentran la manera de obtener un dinero extra en los meses de verano. Lo hacen con el alquiler por horas de sus piscinas y terrazas, un negocio rápido y seguro que gana adeptos cada temporada estival. Sus dueños, dispuestos a exprimir cada rincón de sus propiedades, pueden generar de media 1.000 euros por temporada y algunos llegan a alcanzar hasta los 10.000 euros. Y esto solo con el arrendamiento de la piscina. Otros propietarios no buscan ganar dinero, sino ahorrarlo. Son los que intercambian sus casas, un modelo que también crece debido, fundamentalmente, a los altos precios de los alojamientos y al impacto de la inflación.
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