En una noche inesperadamente dramática en Houston, Ecuador tuvo en match point a la Argentina y, por qué no, a la Copa América, o al menos al deseo del público estadounidense y a la conveniencia económica de la Conmebol. Cuando Lionel Messi, como mucho al 50% de su mejor condición física, erró su penal en el comienzo de la serie de disparos que debían desempatar el agónico 1-1 en los 90 minutos, una corriente de electricidad sacudió la espina dorsal de un torneo contra natura, organizado por un país que conoce más al 10 argentino que a la suma de todos los futbolistas ecuatorianos, sudamericanos y americanos. Y sin embargo, el equipo del español Félix Sánchez jugó mejor y, aunque el fútbol no se mide por merecimientos, ningún dios de la justicia se habría opuesto a su clasificación.
Seguir leyendo
http://dlvr.it/T9B561
Seguir leyendo
http://dlvr.it/T9B561