La empresa textil dedicada al diseño, la fabricación y la comercialización de prendas de vestir y complementos acoge el mismo sistema del gigante Inditex para la seguridad de sus productos. Dice adiós a las clásicas alarmas para dar paso a una nueva tecnología 'antirrobo'.
El sistema de alarmado en las prendas de vestir está sufriendo un cambio radical en España desde que el pasado verano Zara dijera adiós a las clásicas y robustas alarmas. El gigante de Inditex implantó en su estrategia de seguridad una innovación tecnológica con el objetivo de proteger sus prendas y hacerlas más sostenibles. Ahora, su competidor directo, Mango, ha anunciado que sus tiendas contarán con el mismo procedimiento en sus productos.
La multinacional española busca que los clientes cuenten con la misma satisfacción que los usuarios de las marcas de Amancio Ortega. Y, es que, al quitar las alarmas clásicas se mejora la experiencia del consumidor: no molestan al probarse las prendas, los dependientes no olvidan quitarlas y la logística es mucho más rápida y sostenible, ya que se evitan los residuos plásticos de los que estaban compuestas.
Qué son y cómo funciona estas nuevas alarmas RFID
Aunque Mango anuncie que quitará las alarmas de sus prendas y complementos, esto no significa que se quedan desprotegidas. Al igual que Zara, el sistema de alarmado estará incorporado en las propias etiquetas. Esta nueva tecnología ya estaba entre los planes de Mango en 2008, que se pusieron de fecha límite para implantarlo en 2023, pero Inditex se le adelantó.
A partir de ahora, los productos de Mango estarán registrados en una memoria con sistema antihurto. Es decir, la alarma se desactivará una vez que se lee la etiqueta, pero se puede volver a activar si la prenda pasa por un proceso de devolución. Esta tecnológica recibe el nombre de etiquetas RFID (identificación por radiofrecuencia), que permiten, además, llevar un control del stock y tener información detallada del producto registrado en el software, que tiene como sede El Hangar Design Centre, Palau-Solitá i Plegamans, en Barcelona.
El impacto de las alarmas clásicas en las prendas de ropa
Es fácil recordar cómo las robustas alarmas clásicas no ayudaban a la hora de probarse la ropa: eran pesadas, poco estéticas y podían llegar a dañar las prendas. Por lo general, estas funcionaban clavándose en la tela provocando en muchas ocasiones taras. Incluso, otras incorporaban tintas que en caso de error o rotura también la destrozarían.
Por otro lado, la implantación del alarmado en las prendas de vestir suele formar parte del trabajo logístico de los empleados. Alarmar cada prenda que se recepciona hace que los dependientes consuman tiempo que podrían estar dedicando a la atención del cliente, aportándole así una experiencia más satisfactoria. Con el sistema RFID, esta última se ve reforzada, ya que el proceso de compra se agiliza al pasar por caja.
Pero sobre todo, decir adiós a las viejas alarmas supone un impacto positivo para el medio ambiente. Este cambio entra en las estrategias de las empresas para reducir la contaminación. Digitalizando estas alarmas, la contaminación por plásticos se ve reducida proporcionando así a la marca una imagen sostenible.
¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de belleza, moda y estilo de vida? Apúntate a nuestra Newsletter.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}