"Las ganas tuyas". Con esa expresión tan callejera y tan andaluza, Teresa Rodríguez ha despachado a Antonio Maíllo en una breve resurrección de la mayor bronca en las izquierdas andaluzas de los últimos años. Los antiguos socios, que fueron los responsables de la unidad de la izquierda andaluza en las elecciones autonómicas de 2018, han dejado ver seis años después sus diferencias. El gancho de la gaditana es una respuesta a una entrevista del ahora coordinador general de IU en la que el líder izquierdista dijo que Rodríguez está "retirada de la política" tras ser preguntado por Xabier Fortes por su relación con su antigua colega.
Rodríguez quiere decir con esa respuesta que no está retirada de la política, aunque es cierto que dejó su cargo institucional a finales de 2022 para volver a su puesto de profesora en un instituto de Puerto Real. Rodríguez cumplió así su promesa de mantenerse 8 años en política institucional, aunque hasta hace unos meses siguió siendo la portavoz nacional de Adelante Andalucía, es decir, su líder orgánica. En una asamblea celebrada en Jerez de la Frontera, dejó el testigo a José Ignacio García, portavoz de la formación en el Parlamento andaluz, aunque se mantuvo dentro de la dirección como coportavoz y sigue participando activamente en las tareas diarias del partido. Y sigue siendo referente del partido que fundó en 2020 tras salir de Podemos con la intención de resucitar el andalucismo de izquierdas, ausente en el tablero político andaluz desde hace décadas.
La ruptura con los morados quedó en nada en comparación con lo que le ocurrió con IU. Rodríguez empezó militando en Rota en los movimientos contra las bases y fue en las listas de la federación de izquierdas, pero saltó a Podemos y se convirtió en su principal referente en Andalucía. En 2018 le torció el brazo a Pablo Iglesias que no estaba por la labor de permitir una coalición en Andalucía sin la marca de su partido. Y lo hizo precisamente gracias a su alianza con Antonio Maíllo. La buena sintonía de ambos fue una de las claves para el éxito a la hora de conformar Adelante Andalucía, una alianza, entonces, de Podemos, IU y dos fuerzas andalucistas. En las elecciones de 2018 lograron unos meritorios 17 escaños, que no fueron suficientes para evitar la mayoría que hizo presidente a Juanma Moreno.
En la oposición comenzaron a resquebrajarse las alianzas y la sintonía entre Maíllo y Teresa Rodríguez acabó por disolverse. El ahora líder de IU dejó la primera línea política después de superar un cáncer de estómago. Y entonces todo estalló por los aires. Podemos e IU expulsaron a la gaditana y sus afines del grupo parlamentario de Adelante Andalucía después de que ella se apropiase de la marca. El Parlamento, con los votos de PSOE, Ciudadanos, Vox y la abstención del PP, avaló esa expulsión y la conversión de 11 diputados en no adscritos. Tres años después, a finales de 2023, el Tribunal Constitucional dio la razón a Teresa Rodríguez y declaró irregular aquella decisión.
"Nos acusan de autoexclusión los que acordaron con la extrema derecha nuestra expulsión ilegal de la política andaluza", ha dicho la gaditana en sus redes sociales, donde mantiene una importante presencia. Rodríguez también le da un tirón de orejas a su antiguo aliado y lo acusa de caer en el "paternalismo machista" por hablar sobre su supuesto retiro. Maíllo en el canal 24 horas aseguró que la gaditana y los suyos "decidieron autoexcluirse para construir algo", en referencia a la creación de Adelante Andalucía como partido y su apuesta por tener "voz en Madrid", algo que los de Rodríguez no han conseguido a pesar de que sí mantiene la presencia en la Cámara autonómica, con dos diputados.
El éxito moderado de Adelante en las autonómicas de 2022 tuvo incidencia en el mal dato de Por Andalucía, la alianza de Podemos, IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz, que se quedó con sólo 5 diputados. En las siguientes convocatorias electorales Adelante empeoró notablemente sus resultados y se quedó apenas con una decena de concejales en las municipales de mayo de 2023 y sólo 9.000 votos en las generales de julio, ya que sólo se presentaron en Cádiz. En el otro lado de la izquierda andaluza, IU hizo valer su capilaridad en las municipales y ronda el millar de ediles y se colocó bajo el paraguas de Sumar en las generales, lo que le permitió mantener los 6 escaños de Unidas Podemos en 2019.
Lo llamativo es que ambas facciones mantienen ahora casi mejor relación en el Parlamento andaluz que en la pasada legislatura, cuando se presentaron juntos, pero la vuelta de Maíllo al primer plano ha reverdecido viejas rencillas en una pareja política que vivió el "divorcio del copón" que alguien vaticinó en 2020 cuando la izquierda andaluza estaba a punto de reconfigurarse. El ahora coordinador general de IU, que se impuso a Sira Rego en la asamblea federal de mayo, ha provocado la sonora respuesta al hablar de una "autoexclusión" que en Adelante siempre han justificado a pesar de varios intentos de volver a reunificar a toda la izquierda. La tesis que mantienen los andalucistas es que, aunque la colaboración en el Parlamento es posible y deseable, no pueden volver a ir de la mano de quienes los expulsaron.
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