La quiebra del turoperador alemán FTI hizo saltar hace unas semanas las alarmas entre los empresarios y turistas que se encontraban en las islas: economía y vacaciones podrían verse en jaque. Sin embargo, el hecho de que FTI haya hecho pública su situación en el arranque de temporada en el archipiélago ha dado un balón de oxígeno a los empresarios hoteleros que creen que se podrá recolocar el grueso de los viajes programados para esta temporada a las islas.
Y es que aún permanecen en la retina las imágenes de aquellos turistas afectados por la quiebra de Thomas Cook en 2019 en los aeropuertos, sin saber qué pasaría con sus vacaciones ni cómo regresar a sus países de origen. Una quiebra que, en el caso de Baleares, afectó a 300.000 viajeros y dejó una fuerte deuda pendiente con los empresarios, con la facturación de tres meses de temporada alta y teniendo un gran peso en el archipiélago.
La presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, María Frontera, reconoce que con FTI se trata de una situación diferente: "Sí que hay hoteles afectados, pero con pequeñas cantidades". Y es que ningún establecimiento de la isla estaba en exclusiva con el turoperador, ni tenían ningún establecimiento propio. De hecho, según su página web, la oferta turística abarca 400 hoteles de las islas, en especial de las zonas de Playa de Palma, Cala Ratjada y Alcúdia. Los precios, para todos los bolsillos, desde ocho días en un cuatro estrellas en Paguera por 984 euros, hasta un gran lujo en la costa de Calviá por 6.338 euros, ambas opciones por pareja y con desayuno.
Los hoteleros de Playa de Palma se muestran tranquilos, pero pendientes de que se postulen los grandes turoperadores como TUI, DER Touristk o Schauinsland Reisen para quedarse con las reservas con una quita, proceso que está ya en marcha. Reconoce el presidente de los hoteleros de la zona, Franciso Marín, su respiro ante la decisión de los propietarios de FTI de no alargar su situación hasta final de verano. "Como ha sucedido a principios de junio, no será algo tan grave, si no, la bola sí que hubiera hecho más grande. Ha hecho mucho ruido, pero no tendrá tanta afectación".
Y es que calcula que FTI traía cerca del 15% de los viajes a las islas, sobre todo en el mes de junio, pero después, entre julio y agosto, está más repartido y su receptor en Baleares, Sidetours, trabaja con más compañías, por lo que se trata de ver cómo redistribuir la cartera de clientes. Señala Marín que "el seguro tendrá que pagar, si no todo el viaje, un porcentaje alto, y este cliente afectado se derivará a otro turoperador u otra agencia para irse de vacaciones igual". De aquí a septiembre, esto está más que controlado, sentencia Marín.
También a la expectativa, pero tranquilos, se muestra desde la patronal de ocio nocturno, ABONE. Su presidente y director general del grupo Cursach, Miquel Pérez-Marsá al que pertenece el Megapark, el lugar de ocio nocturno por excelencia alemán de playa de Palma. Pérez-Marsá reconoce que la insolvencia de FTI es una mala noticia para el sector porque restará clientes, pero cree que, a cambio, los turistas vendrán con otros turoperadores con lo que, el ocio nocturno alemán no se verá muy afectado en Baleares.
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