Los límites que puso la reforma laboral de 2022 al abuso de los contratos temporales y el fomento de los fijos discontinuos han logrado rebajar la tasa de temporalidad de las empresas privadas desde el 26% al 12% en apenas dos años. Sin embargo, esta mejora no se ha visto en el sector público, con una tasa de empleo temporal anclada en el entorno del 30% a pesar de los planes de estabilización que están llevando a cabo las Administraciones desde hace más de dos años. La complejidad de este tipo de procesos que se realizan a través de un concurso-oposición (examen y méritos) o solo concurso (méritos), y que están abiertos a todo el que cumpla los requisitos de la plaza, está complicando los procesos masivos de estabilización exigidos por la ley.
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http://dlvr.it/T8Qc2K
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