Joe Biden sufre un nuevo despiste en público: intenta sentarse en una silla... inexistente


         Joe Biden sufre un nuevo despiste en público: intenta sentarse en una silla... inexistente

El presidente ha sido socorrido por su mujer en el acto de aniversario del desembarco de Normandía.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha vuelto a sufrir este jueves un despiste durante el acto de conmemoración por el 80 aniversario del desembarco de Normandía.

Tras saludar a Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, el líder estadounidense, que ha acudido acompañado de su mujer, ha intentado sentarse en una silla inexistente: el escenario estaba preparado para que los líderes que presidían el acto se mantuvieran de pie.

Con gesto contrariado y perdido, Biden ha sido socorrido por su esposa Jill, que rápidamente le ha cogido de la mano para advertirle de que allí no había una silla. En redes sociales, algunos periodistas de EEUU no han dudado en criticar los continuos despistes del presidente.

La ceremonia se ha celebrado en el cementerio militar estadounidense de Colleville sur Mer, donde están agrupadas las tumbas de más de 9.300 soldados caídos en esa campaña y en la que estuvieron como invitados de honor cerca de 200 veteranos de la Segunda Guerra Mundial llegados de Estados Unidos, incluidas algunas mujeres.

Invitados ilustres

Durante el acto, Macron ha condecorado a once de ellos con la Legión de Honor, la más alta distinción oficial de Francia, por su contribución a la liberación de Francia en 1944 y 1945.

También han acudido invitados ilustres, como el exsecretario de Estado, John Kerry, que fue condecorado en varias ocasiones en la Guerra de Vietnam; o Tom Hanks, protagonista de la película Salvad al soldado Ryan (1998) , ambientada en el desembarco de Normandía y sus días posteriores, y que comienza y termina en este cementerio. Igualmente había también veteranos de conflictos más recientes y familiares de combatientes en Normandía.

El cementerio estadounidense de Colleville sur Mer está situado junto a la playa Omaha, escenario de los combates más cruentos hace ya 80 años. Reúne las sepulturas de 9.388 militares estadounidenses caídos en el desembarco y en las batalla posteriores para liberar Normandía, que se extendieron hasta el 21 de agosto de 1944.

Las tropas estadounidenses sufrieron entre 5.000 y 6.000 bajas entre muertos, heridos y desaparecidos, la gran mayoría en las primeras oleadas. Por eso se la conoció como ‘Omaha la sangrienta’

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