"Esto es tan difícil o tan fácil como que Pedro Sánchez haya podido ser presidente del Gobierno. Depende de la mayoría que te sostenga. Así de sencillo o de complicado". Luis Mariano Santos, líder de Unión del Pueblo Leonés (UPL), se refiere a la posibilidad de que la provincia, junto con Zamora y Salamanca, se constituya en autonomía. Es una vieja reivindicación, que se apoya en una cuestión identitaria y económica, y si Sánchez consiguió armar una mayoría inédita, qué se lo impide a ellos. Su particular procés cuenta con el respaldo de 60 municipios de León, el 52% de la población, en los que una moción a favor de la secesión ha sido aprobada, no solo con los votos de UPL, también del PSOE, del PP y hasta de Vox. De hecho, en algunas de esas localidades no ha sido la formación regionalista la que ha impulsado la iniciativa, sino regidores socialistas y populares.
El próximo miércoles, la iniciativa deberá pasar el filtro del pleno de la Diputación provincial. Los 25 diputados debatirán un texto similar al que se ha venido aprobando en los municipios ―solo en 9 de los 69 en los que se ha presentado ha sido rechazado―. El siguiente paso será Madrid, augura Santos. UPL mantiene la esperanza de que el texto salga adelante en la sesión del 26 de junio. Los socialistas han dado libertad de voto y aunque el PP todavía no ha tomado una decisión, presentará un texto alternativo. Aun así, los números podrían cuadrar: el PSOE y UPL suman 13, justo mayoría absoluta, y PP y Vox, 12. No obstante, se podría dar alguna fuga en uno u otro sentido. El portavoz de los populares, David Fernández, votó a favor en su municipio. También lo hizo el único representante que Abascal tiene en el pleno de la Diputación, Fernando Prieto Olite.
Entre los grandes defensores de la iniciativa figura el alcalde de León, el socialista José Antonio Diez. De hecho, con una retórica similar a la que esgrime Arnaldo Otegi cuando dice que esta legislatura debe ser la del debate territorial, aprovechando la debilidad de Sánchez en el Congreso, el regidor ha defendido que la provincia tiene que "buscar la oportunidad que no se le dio en el año 80". "Estoy seguro de que se pueden hacer serios avances en nuestra reivindicación justa y constitucional de que León tiene que ser comunidad autónoma [...] Lo voy a pelear más que nunca", defendió el pasado mes de noviembre.
La opción de la secesión cada vez gana más adeptos en las filas del PSOE provincial, que mantiene un importante pulso con el secretario general, Luis Tudanca, entre otras cuestiones por el asunto de la autonomía. Pero más allá de las polémicas internas, fuentes de la formación en León reconocen que el recorrido de la iniciativa es muy limitado. "A efectos prácticos no es más que un toque de atención. No va a servir para abrir ningún procedimiento legal, ni nada de eso. Tiene más que nada un efecto simbólico. En el 94 ya se aprobó una moción similar, y estamos en 2024 y seguimos igual", ahondan desde las filas socialistas.
No opinan igual en la formación regionalista. "¿Es algo simbólico? Sí y no. Es simbólica porque no va a tener un efecto legal directo, pero por mucho que se diga que el proceso de constitución de las autonomías está cerrado, no es así. Simplemente, hace falta una mayoría con voluntad para o bien modificar el Estatuto de Castilla y León o para aprobar una ley orgánica", contrapone Santos. El líder de UPL señala que una vez se vote en el pleno de la Diputación, llevará su reivindicación a Madrid. "Le explicaré al ministro del ramo la situación de León, le contaré al PSOE y al PP nacional como está León, lo que está sufriendo la provincia. Si no lo entienden, seguiremos teniendo a la provincia encerrada en una jaula, cuando no quiere", añade Santos.
En UPL se agarran al artículo 2 y 143 de la Constitución. También a la potestad que tienen las Cortes Generales de aprobar leyes orgánicas, las reservadas a los Estatutos de autonomía. Creen que con voluntad es factible conseguir su objetivo último. No obstante, el procés leonés no termina de cumplir con los requisitos recogidos en la Carta Magna. El artículo 143 señala que la creación de una nueva autonomía entre provincias limítrofes con vínculos históricos debe contar con el respaldo de "dos terceras partes de los municipios cuya población represente, al menos, la mayoría del censo electoral de cada provincia o isla". Las 60 localidades que han respaldado la moción en León suman el 52% de la población, pero no llegan a ser esos dos tercios del total de pueblos. Además, la pretensión de UPL pasa por incluir a Zamora y Salamanca y en cada una de ellas, solo una localidad ha dado luz verde al texto.
No hay nada más ridículo que ser soriano, leonés o no sé qué
Alberto Olmos
Todo, sin olvidar que las adhesiones deben concretarse en un plazo máximo de medio año y en León llevan ya varios años inmersos en el proceso. "Estos requisitos deberán ser cumplidos en el plazo de seis meses desde el primer acuerdo adoptado al respecto por alguna de las Corporaciones locales interesadas", señala el punto dos del artículo 143. Si el proceso se malogra, el punto tres estipula que la iniciativa no podrá volverse a presentarse hasta pasados cinco años.
"Lo vamos a intentar y si no somos capaces, lo haremos de otra forma. Somos un partido instrumental y ese es nuestro objetivo. Mientras los ciudadanos sigan confiando en nosotros, tenemos la obligación de intentar cambiar el marco territorial", insiste Santos, si bien reconoce que conseguir la adhesión de Salamanca y Zamora, tal y como está estipulado en la Constitución, "es más difícil". Pero su mantra es que con voluntad todo es posible y zanja: "Hablamos de una provincia a la que le ha ido realmente muy mal desde que se creó Castilla y León. Nos estamos desangrando".
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