Detenido un hombre por la ejecución en Marbella de un narco confidente de la Policía alemana

Detenido un hombre por la ejecución en Marbella de un narco confidente de la Policía alemana

Un ciudadano alemán ha sido detenido en Turquía como presunto autor del asesinato en Marbella de un supuesto confidente de la policía germana. La víctima, Aleksandar K., un serbio vinculado a organizaciones criminales de los Balcanes, fue torturada antes de recibir tres disparos. Su cuerpo fue hallado atado a una silla con bridas, la cabeza envuelta con plástico film y signos de haber sido golpeado.

Fuentes cercanas al caso consultadas por El Confidencial explicaron que la detención se produjo semanas atrás en Turquía y que el sospechoso fue entregado a los investigadores de la Policía Nacional en el aeropuerto Málaga-Costa del Sol. En el país otomano se le relaciona con el tráfico de drogas.

El arrestado, de origen turco, es considerado como uno de los presuntos autores del asesinato y ha ingresado en prisión. Se le considera un individuo muy peligroso al que se vincula con los llamados Nomads —Nómadas—, la rama turca de los Ángeles del Infierno, y el capítulo de Hannover de esta banda de moteros investigada por graves delitos en numerosas partes del mundo. Su nexo con ella era tan fuerte que había solicitado que la matrícula de uno de sus vehículos fuese 1611: números que en el alfabeto corresponden a las letras AFFA y que son el acrónimo de Angels Forever, Forever Angels —Ángeles para siempre, para siempre Ángeles—.

Las citadas fuentes señalaron que el crimen tendría como trasfondo que Aleksandar K., un tipo vinculado con bandas organizadas de la zona de los Balcanes, supuestamente era confidente de la policía alemana. Se le relaciona con el narcotráfico y la principal línea de investigación es que la información que pudo facilitar sirvió para desmantelar redes de narcos rivales. Por lo que el móvil sería un ajuste de cuentas por una presunta traición.

P. D. Almoguera. Málaga

El hallazgo de su cuerpo sin vida se produjo el 30 de junio de 2022 en una vivienda de la urbanización Golden Beach, aunque se determinó que el crimen se había perpetrado un día antes. Fue el gestor inmobiliario que había alquilado el inmueble el que descubrió el cadáver. La víctima expresó su intención de permanecer un mes más y debía rubricar una ampliación del contrato de alquiler. Al no contestar a las llamadas, el empleado se personó en el domicilio. Encontró la puerta de entrada ligeramente entornada y, al asomarse a una ventana, descubrió el asesinato.

El escenario que se encontraron los agentes revelaba una inquina y un ensañamiento desmedido. El serbio estaba maniatado con bridas a una silla, la cabeza envuelta con plástico film y signos de haber sido golpeada. En su cuerpo se hallaron tres disparos, al menos uno de ellos en la nuca. Una ejecución en toda regla a la que precedió una secuencia de tortura prolongada durante horas con el hipotético objetivo de recabar información.

Junto al cadáver, se recogieron bolsas de plástico con las que se pensó que asfixiaron a la víctima en diversas ocasiones, así como palos de golf con los que al parecer fue golpeada porque en su cuerpo se descubrieron moratones y lesiones que encajaban con este objeto. También tenía parte de la ropa mojada, por lo que se barajaba que lo hubiesen ahogado como parte del ritual de violencia. Bien hundiendo la cabeza en algún barreño, bien vertiendo el agua sobre el rostro.

La hipótesis de trabajo es que el fallecido había facilitado a las autoridades alemanas información valiosa sobre otras bandas

El presunto autor, a pesar de que en esas urbanizaciones llenas de turistas y residentes extranjeros nadie se suele meter en los asuntos de otro, insonorizó la habitación en la que Aleksandar K. sabía que iba a expirar su vida. El detenido, supuestamente, usó edredones y otra ropa de cama para tapar las ventanas y puertas y minimizar el ruido que pudiesen salir al exterior. También utilizó un extintor para tratar de borrar huellas y otros restos biológicos.

La investigación, a cargo de agentes de la Sección de Crimen Organizado de las comisarías de Málaga y Marbella, así como efectivos del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco) Costa del Sol, continúa abierta ante la posibilidad de que pudiese haber más implicados en la muerte violenta.



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