Del engaño táctico al desembarco: así fue la estrategia militar que marcó el inicio del fin de la ocupación nazi


         Del engaño táctico al desembarco: así fue la estrategia militar que marcó el inicio del fin de la ocupación nazi

La ofensiva fue planificada durante meses por los Aliados, quienes tuvieron algunas dificultades por el camino.

El desembarco de Normandía, conocido como día D y que este jueves cumple su 80 aniversario, marcó el inicio de la liberación de la Europa Occidental ocupada por las tropas de Adolf Hitler. Planificada durante meses por los Aliados, la invasión, que se conoce bajo el nombre de Operación Overlord, implicó el desembarco de miles de soldados de las fuerzas estadounidenses, británicas, canadienses y de otras naciones aliadas en playas de la costa de Francia.

El triunfo de la ofensiva se basó en una combinación de engaño estratégico, bombardeos aéreos y navales y un gran desembarco anfibio, seguido de una rápida consolidación y avance por tierra. Así, este fue un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial, ya que permitió acelerar la caída del régimen nazi.

1940-1941: plantean abrir un segundo frente

Los Aliados querían poner fin a la invasión de Hitler en Europa, para lo que ideaban diversos planes con el fin de cumplir su objetivo. Pero en 1940, tras las derrotas que iban sufriendo, el entonces primer ministro del Reino Unido, Winston Churchill, consideró que no sería capaz de liberar al continente de los nazis ni con la ayuda de EEUU.

En junio del año siguiente, cuando las fuerzas alemanas comenzaron a invadir la Unión Soviética, Stalin insistió a los Aliados para que abrieran un segundo frente en Europa Occidental, ya que las tropas enemigas estaban retrasando el avance soviético en el frente oriental. Sin embargo, esto no convenció a Churchill, quien quería evitar resultados desastrosos como los de batallas de la Primera Guerra Mundial.

1943: comienzan a idear la operación

Con el paso de los meses, las tropas de los Aliados fueron cogiendo fuerza y ganando experiencia, lo que contribuyó a dar el paso para abrir un segundo frente en Europa. Finalmente, la decisión se tomó en la Conferencia Trident, celebrada en mayo de 1943 en Washington, y el acuerdo se formalizó tres meses más tarde en la Conferencia de Quebec por parte de Churchill y el presidente de EEUU, Franklin D. Roosevelt.

Así, empezaron a concretar lo que sería la Operación Overlord, cuyo objetivo era recuperar el noroeste de Francia a través del canal de la Mancha para después introducirse en Europa Occidental y barrer las fuerzas alemanas hasta Berlín. Ahora bien, debían trazar un plan complejo que les permitiera sobrepasar las barreras del conocido como 'Muro del Atlántico', puesto que Hitler había ordenado la construcción de fortificaciones en la costa desde España hasta Noruega.

Mayo de 1944: momentos previos al desembarco

Los equipos de inteligencia y militares comenzaron a planificar la invasión y, tras valorar varios puntos estratégicos, decidieron que la operación se llevaría a cabo en la costa de Normandía. Además, el general estadounidense Dwight D. Eisenhower fue nombrado comandante del Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada.

La Operación Overlord se dividió en dos fases. La primera, llamada Operación Neptuno, se trataba de un desembarco anfibio y la creación de una cabeza de playa segura. La segunda se basaba en la propia batalla que librarían, en la que los soldados aliados intentarían empujar a los alemanes hacia el interior. Para su desarrollo, se dispusieron 39 divisiones que tomarían cinco playas identificadas de forma estratégica: Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword.

Por otro lado, para poder lanzar la ofensiva con éxito debían despistar a los nazis, por lo que planearon maniobras de distracción para que éstos no averiguaran el lugar y la fecha de la invasión. Para ello, los Aliados engañaron a los alemanes haciendo creer que el ataque sería en Calais, una zona muy defendida por las tropas de Hitler; y también crearon un ejército ficticio con artillería falsa.

1-5 de junio 1944: el mal tiempo frustra los planes

La Operación Overlord estaba prevista para el 1 de junio, pero tuvo que ser retrasada varios veces: el mal tiempo, caracterizado por tormentas, viento y oleaje, dificultaban la puesta en marcha del proyecto militar. Y es que las condiciones meteorológicas debían cumplir una serie de requisitos, como que el amanecer coincidiera con marea baja para evitar los obstáculos en las playas y que no hubiera nubosidad.

Sin embargo, Eisenhower no se dio por vencido y decidió seguir adelante del 5 al 6 de junio, dando lugar al día D. De esta for... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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