Las verrugas, causadas por el virus del papiloma humano, son pequeños bultos indoloros en la piel que suelen desaparecer solas, pero en algunos casos requieren atención médica especial por dolor, cambios o motivos estéticos.
Las verrugas son pequeños crecimientos cutáneos, generalmente indoloros, que pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), están causadas específicamente por el virus del papiloma humano (VPH) y el término debe usarse solamente para referirse a las infecciones cutáneo-mucosas producidas por este virus.
En España, se estima que las verrugas afectan entre el 7 % y el 19 % de la población general, siendo más frecuentes en niñas que en niños. La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) distingue diferentes tipos, como las verrugas vulgares, filiformes, planas, plantares y anogenitales.
Aunque las verrugas comunes suelen ser inofensivas y desaparecer por sí solas con el tiempo, hay que consultar a un médico cuando produzcan dolor, interfieran con la función normal del individuo o por motivos estéticos importantes. La mayoría son asintomáticas, excepto las plantares que pueden causar molestias al caminar.
¿Cómo se contagian las verrugas?
Las verrugas se transmiten por contacto directo, necesitando una pequeña rotura en la piel o mucosas como puerta de entrada. Sin embargo, no todas las personas que entran en contacto con el VPH desarrollan verrugas. Además, no se propagan a través de la sangre, ya que el virus no se encuentra en ella.
Curiosamente, el contacto con las propias verrugas puede hacer que aparezcan otras nuevas, por lo que es importante no arrancarlas para evitar propagar el virus. Además, se recomienda no morderse las uñas, ni retirar la cutícula, cepillar, frotar, cortar, afeitar o depilar la zona afectada, ya que las verrugas aparecen con mayor frecuencia en la piel agrietada.
¿Cómo eliminar una verruga? Estos son los distintos tratamientos
Entre un 60 % y un 70 % de las verrugas desaparece espontáneamente antes de 3 meses, y en los niños, dos tercios se eliminan por sí solas en un periodo de 2 años. Si persisten, existen diversos tratamientos y métodos que pueden ser agentes queratolíticos, citotóxicos, inmunomoduladores, crioterapia, láser y la resección quirúrgica, entre otros. Aunque las verrugas suelen ser benignas, es importante vigilar síntomas inusuales y consultar a un dermatólogo si producen dolor, crecen, cambian de color o afectan las actividades diarias y la autoestima.
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