Descubre cómo domar el potente sabor de este ingrediente básico en la gastronomía de España con sencillos trucos caseros que mejorarán tus platos.
La cebolla es un ingrediente fundamental en la gastronomía española, pero su intenso sabor y tendencia a provocar lágrimas al cortarla pueden convertirla en un desafío en la cocina. Aunque poco podemos hacer para evitar el llanto, sí existen algunos trucos para suavizar su picor y conseguir que no repita al consumirla en ensaladas, ceviches y otras recetas que incluyen en crudo, este imprescindible de la cocina.
El truco del agua fría y la cebolla
El truco más utilizado consiste en cortar o picar la cebolla y sumergirla en un bol con agua fría y hielo durante unos 15-20 minutos. Este sencillo método consigue suavizar su sabor manteniendo la textura crujiente. Si no dispones de hielo, puedes optar por llenar un recipiente con agua fría y dejarlo media hora en el congelador antes de usarlo.
Sal y vinagre para rebajar el picor
Otra alternativa es espolvorear sal y vinagre (o solo sal) sobre la cebolla ya cortada, cubrirla con agua fría y dejarla reposar 5-10 minutos. Pasado este tiempo, basta con enjuagarla con agua limpia para eliminar el exceso de sal y vinagre. El resultado es una cebolla menos picante y más suave.
El poder del limón y la leche
Como suele ocurrir con los remedios caseros, el zumo de limón es otro gran aliado para domesticar la cebolla cruda. Puedes mezclarlo con agua fría o con agua y hielo, sumergir la cebolla cortada y dejarla reposar 15 minutos antes de escurrirla. Si prefieres un efecto más rápido, puedes aplicar el zumo de limón directamente sobre la cebolla durante un minuto, aunque esto afectará ligeramente a su sabor final.
Un truco menos conocido, pero igualmente efectivo, es sumergir la cebolla picada en leche fría durante 10 minutos. Después, solo tendrás que aclararla con agua antes de incorporarla a tu receta. La leche consigue reducir el picor y aportar una suavidad extra al sabor.
Matices y precauciones
Es importante tener en cuenta que, aunque estos trucos caseros son muy efectivos para rebajar la intensidad de la cebolla, siempre afectarán en mayor o menor medida a su sabor original. Por ello, es recomendable probar distintos métodos y tiempos de reposo hasta dar con el equilibrio perfecto para cada receta y paladar.
Propiedades de la cebolla
Además, conviene recordar que la cebolla es un alimento muy saludable y nutritivo, rico en antioxidantes, vitaminas y minerales. Su consumo regular se asocia a múltiples beneficios para la salud, desde la prevención de enfermedades cardiovasculares hasta el fortalecimiento del sistema inmunitario. Por ello, merece la pena disfrutarla en crudo, aprovechando al máximo sus propiedades sin renunciar al sabor.
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