Toros de la Feria de San Isidro | Adiós, Papá

Toros de la Feria de San Isidro | Adiós, Papá

Plaza Monumental de Las Ventas, 18 de mayo de 2024

8ª de la Feria de San Isidro. Lleno de no hay billetes, en la primera de las dos tardes programadas de rejones. Tarde agradable, primaveral, ni calurosa ni fresca y de forma excepcional dada las características de la tarde, sin preocupaciones por el viento.

6 toros de El Capea, San Pelayo y Carmen Lorenzo, todos ellos hierros pertenecientes a la familia del maestro Capea, de entre 510 y 606 kilos. Muy bien presentados para el espectáculo de rejones. Es una de las ganaderías cotizadas para este tipo de espectáculos por su condición de nobleza, de insistencia y de bravura.

Galopan y permiten el lucimiento de los jinetes sin ponerles en apuros recortando o con sentido. Capitidisminuidos por el recorte de pitones reglamentario que desde hace ya varias décadas endulza el espectáculo de reto entre toro, jinete y montura, persiguieron las monturas con contumaz insistencia. Especialmente buenos segundo y sexto.

Rubén Amón

PABLO HERMOSO DE MENDOZA, silencio y oreja

LEA VICENS, silencio y ovación

GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA, silencio y dos orejas. Salió por la puerta grande, primer torero en hacerlo en esta feria.

Miguel Díaz Martín

Pedían Los Ronaldos con ironía ochentera, y tono exigente de Sol menor, a su progenitor un poco de dinero más. "Llamaré a la puerta, nos esconderemos y tiraremos piedras para no quedar bien…" Nunca entendí la causalidad descrita. Ni siquiera la rima justifica la incoherencia, qué le vamos a hacer, eran los ochenta y lo absurdo mataba poesía, y el tres por cuatro no exigía, y era lo mejor para el tequila. Nunca pensamos que nuestra indolencia con el sentido de las lyrics acabara en el balbuceo y la simplista y misógina rima del reguetón actual. Culpa nuestra. Demasiado bien lo pasamos a cuenta del pop suave, el alcohol con poco impuesto y un hígado de sano estreno. Lo de Bad Bunny no lo vimos venir, hubiéramos hecho algo.

Los mensajes entre padres e hijos siempre se distorsionan. A veces por exceso de cariño, a veces por exceso de ternura, a veces por demasiada competencia. El cartel de hoy en Madrid era un vórtice generacional. Un agujero negro de la genética. No sé cuántas veces han toreado padre e hijo una misma tarde en una misma plaza. No siendo lo mismo a caballo que a pie, no quitaré mérito a medirte con tu vástago en la primera plaza del mundo. Los Hermoso de Mendoza hoy han marcado un hito.

Talento hereditario, o historia imponiendo respeto, ha debido ser un lujo para el redactor del relato del moderno rejoneo anunciar al primogénito el día que te despides. Siendo pura meritocracia el escalafón del toreo, dejar a tu hijo en lo alto de la primera plaza del mundo, verle cortar dos orejas y salir por la puerta grande montando caballos tuyos, está entre el éxtasis del padre cariñoso y entregado y la bilis del alfa eterno al que le cuesta rendirse.

Vistas las sonrisas de Pablo lo pongo en los padres con alma que ven en su descendencia mejora, premio y recompensa. A diferencia que otros que ven competencia, reto y lucha. Hoy se despedía Pablo y se notaba en su sonrisa que le importaba una mierda un nuevo reconocimiento que no fuera a su linaje. Bienvenida sea la oreja, estos genios no perdonan, pero esa mirada centrada, esa boca medio abierta, ese susto innecesario, delataba la grandeza de un padre deseando el triunfo de su propio cromosoma.

Soy hijo de padre competitivo, espero no ser lo mismo. A pesar de que la competencia me ha mantenido vivo. Vivo de vivir, y vivo de estar atento, que la comparación mataba, denigraba y escocía. Tanta felicidad transmitía Hermoso padre, que me felicitaba por el hijo, incluso antes de que la puerta grande confirmara el plebiscito. Luego te sale la vena de hijo desagradecido, inseguro y retorcido que pone en duda la entrega del que originó tu vida. Es una pelea eterna. En familias con posibles, Hermoso son una de ellas, el derecho y el listón compiten en la evaluación con los medios y los miedos a ser menos que el que regaló la vida, te sacó para adelante, te dio cobijo y comida. Es una balanza precisa que mide hasta miligramos. Cuánto le debes al padre y cuánto te ha perjudicado.

Tarde del todo entretenida con toros más que encelados. Pablo de despedida, Lea reivindicando. Guillermo siguiendo la estela de un padre genio y generoso. Puerta grande con motivos y Pablo con muchos motivos de orgullo.

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza se despide de la Feria de San Isidro en Madrid. (EFE/Kiko Huesca)El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza se despide de la Feria de San Isidro en Madrid. (EFE/Kiko Huesca) El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza se despide de la Feria de San Isidro en Madrid. (EFE/Kiko Huesca)

El rejoneo sigue al alza. Se valora doma y técnica. El espectáculo es ligero, vistoso y más continuo. Valora el público los méritos de equinos por simpatía. Nunca entenderé bien esto. Los caballos valerosos obedeciendo las órdenes no tienen el mismo mérito que los toreros de pie negando sus propios instintos de huir de los morlacos buscando supervivencia. Pero el rejoneo es gancho para entender esta lucha que no es baile ni es carrera, que es lance y que es torneo.

Tarde entretenida en Las Ventas si no buscamos purezas, rejones en todo lo alto o banderillas bien puestas. Emoción y transmisión son ahora gancho fácil para el público que vibra con la pasión del caballo por dejar pasar un toro tan cerca de su barriga. Nunca se toreó tan cerca, tan despacio, tan artista, normal que la gente vuelva. Espero que vuelva ese genio que hoy ejerció de padre. Es de los toreros más grandes tanto a pie como a caballo. Es de los que marcan época y han marcado a sus vástagos.



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