La investigada vivía con su madre y era frecuente que discutiera con ella
La acusada de golpear, morder y dejar morir a su madre de 82 años en septiembre de 2023 en un piso de Oviedo, en el que la presunta agresora convivió cinco días con el cadáver de su progenitora, se enfrenta a 22 años de prisión. Se le acusa de un delito de asesinato con ensañamiento y de otro de maltrato psicológico habitual en el ámbito familiar.
Según las conclusiones provisionales que la Fiscalía ha trasladado al Juzgado de Instrucción Número 2 de la capital asturiana, en el delito de asesinato, por el que pide 20 años de prisión, concurre la agravante de parentesco y la atenuante de anomalía psíquica. En este último caso, aplicable también al delito de maltrato psicológico por el que reclama dos años más de cárcel.
La presunta asesina, de 49 años y en prisión provisional desde el 27 de septiembre de 2023, quedó parapléjica tras arrojarse desde un quinto piso unos días después del crimen, justo antes de ser detenida. Asimismo, sufre un trastorno mental que, según el informe del médico forense, pudo suponer una afectación de los factores que conforman la imputabilidad cuantificable como leve.
La investigada vivía con su madre en un piso del barrio ovetense de Ciudad Naranco y, según la Fiscalía, era frecuente que discutiera con ella y que le gritara, insultara y menospreciara, situación que se agravó con la muerte de su padre en julio de 2023. Así, el domingo 10 de septiembre de ese año, la investigada inició en el salón de la casa una nueva discusión con su madre en cuyo transcurso, y con ánimo de acabar con su vida, comenzó a golpearla bruscamente por todo el cuerpo con un objeto contundente, según el relato fiscal.
Además, la mujer le propinó mordiscos en diferentes partes del cuerpo cuando su madre se encontraba aún con vida tendida en el suelo, "aumentando de esta forma deliberadamente su dolor y padecimiento". A continuación, y una vez inconsciente a causa de la agresión, la arrastró por el pasillo hasta el dormitorio donde la dejó en el suelo, desnuda y tapada con varias mantas y una sábana, y la dejó morir sin prestarle ningún auxilio.
Para el Ministerio Fiscal, la investigada "actuó con plena consciencia de la situación de inferioridad de su madre, de 82 años, que no tuvo oportunidad de defenderse ni tenía capacidad para oponerse al ataque de su hija por su edad y su estado físico".
Agencia de viajes
La investigada permaneció encerrada en la vivienda con el cadáver hasta el día 15 cuando, sobre las 16.15 horas, agentes del Cuerpo Nacional de Policía acudieron a la casa alertados por la empleada de una agencia de viajes. El día anterior madre e hija tenía previstas unas vacaciones y desde el hotel del destino comunicaron que no se habían personado.
Al llegar los agentes al domicilio y llamar insistentemente en el piso, la investigada trató de poner fin a su vida arrojándose por la ventana al patio de luces. Los bomberos tuvieron que acudir para conseguir abrir la puerta, cerrada por dentro y con la llave puesta y todos los bloqueos accionados, y una vez dentro encontraron el cuerpo sin vida de la víctima. En el momento de los hechos, la fallecida tenía siete hermanos, que únicamente reclaman por los gastos del sepelio que ascendieron a 3.196 euros, cantidad que ha sido consignada por la investigada.
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