Circular con poco carburante puede provocar desde multas de hasta 3000 euros hasta graves daños mecánicos en el vehículo.
El encarecimiento del coste de vida en España, especialmente el de los combustibles fósiles como la gasolina y el diésel, está llevando a muchos conductores a apurar al máximo las reservas de sus depósitos al volante. Aunque pueda parecer una forma de ahorrar, conducir con el depósito en reserva conlleva una serie de riesgos y consecuencias negativas tanto para el vehículo como para el bolsillo del propietario.
Circular con poco combustible en el tanque puede provocar que las impurezas y sedimentos acumulados en el fondo pasen al motor, causando fallos mecánicos y un deterioro prematuro de componentes clave como la bomba de combustible, que puede sobrecalentarse por la falta de carburante. Además, cuanto menos combustible haya, más tenderá este a evaporarse, reduciendo la eficiencia.
Pero sin duda, el mayor peligro es quedarse completamente sin gasolina o diésel en medio de la carretera. En caso de vaciarse el depósito, el coche empezará a dar tirones, se ahogará y acabará deteniéndose, dejando también sin funcionamiento sistemas como la dirección asistida. No solo eso, sino que quedarse sin carburante en España es motivo de multa, al incumplir los artículos 3 y 90 del Reglamento de Circulación. Estas infracciones por "no conducir con diligencia" y "parar en vías interurbanas sin causa justificada" conllevan sanciones de 200 euros.
Cómo actuar si nos quedamos sin combustible
Si pese a todo nos quedamos sin gasolina o gasóleo, es importante respetar las normas a la hora de repostar. Está prohibido usar cualquier tipo de recipiente que no sea una garrafa homologada para el transporte de mercancías peligrosas. Utilizar envases no reglamentarios puede acarrear multas de entre 2000 y 3000 euros. Lo más recomendable es llamar a una grúa o servicio de asistencia en carretera.
Consejos para evitar circular en reserva
La manera más efectiva de prevenir estos problemas es repostar con frecuencia, sin esperar a que se encienda la luz de reserva. Mantener siempre un mínimo de un cuarto del depósito nos dará un margen de seguridad. También es aconsejable revisar regularmente el filtro de combustible y limpiarlo de impurezas para que no pasen al motor.
En definitiva, conducir con el depósito bajo mínimos supone un riesgo innecesario. Unos hábitos responsables al repostar no solo evitarán sustos y averías, sino que a la larga supondrán un ahorro al alargar la vida útil de nuestro vehículo. La seguridad y el bolsillo lo agradecerán.
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