Ante el auge de las zonas de bajas emisiones, más conductores optan por convertir sus vehículos de gasolina a GLP, una alternativa ecológica y económica que fomenta la economía circular.
En un contexto de creciente preocupación por el medio ambiente y el bolsillo, cada vez más españoles están optando por transformar sus coches de gasolina a Gas Licuado del Petróleo (GLP). Esta alternativa, también conocida como autogas, se presenta como una solución ecológica y económica ante el auge de las zonas de bajas emisiones en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Sevilla y Alicante.
Según datos de talleres especializados como Ircongas, GASPOINTCENTER y Gasmoción, el coste promedio de convertir un vehículo a GLP ronda los 1.500 euros. Una inversión que, aunque inicialmente pueda parecer elevada, se ve compensada por el ahorro a largo plazo en combustible, que puede llegar hasta un 40% anual. Actualmente, el precio del GLP se sitúa en 0,99 euros por litro, frente a los 1,65 euros de media de la gasolina. Expertos señalan que, con estos precios, los motores de GLP empiezan a ser rentables a partir de los 20.000 kilómetros al año.
Además del ahorro económico, el GLP ofrece numerosas ventajas medioambientales. Según la Asociación Europea de Gas Licuado, este combustible reduce en un 74% las emisiones de gases NOx y hasta en un 81% las partículas contaminantes en comparación con los carburantes tradicionales. Asimismo, contribuye a la lucha contra el cambio climático al disminuir en un 21% las emisiones de CO2 y minimiza el ruido.
Un sistema bifuel que duplica la autonomía
Los vehículos transformados a GLP funcionan mediante un sistema bifuel, que permite alternar entre gasolina y autogas. El coche arranca con gasolina y cambia automáticamente a GLP una vez el motor alcanza la temperatura adecuada. Si el depósito de GLP se agota, el vehículo vuelve a funcionar con gasolina. Esta dualidad permite duplicar la autonomía habitual del coche.
Economía circular: achatarrar menos, reutilizar más
Javier Navarro, CEO de Gasmoción y presidente de Astrave (Asociación de Transformadores de Vehículos), destaca que el aumento de las transformaciones a GLP responde no solo a los beneficios económicos y ecológicos de este combustible, sino también a la oportunidad de dar una segunda vida a vehículos que, de otro modo, no podrían circular por las ciudades. "Se trata de achatarrar menos y reutilizar más, fomentando así la economía circular", afirma Navarro.
Homologación y distintivo ECO
Para que la transformación a GLP sea legal y no haya problemas de homologación, es fundamental acudir a talleres autorizados. Una vez realizada la conversión, y dependiendo del año de fabricación del vehículo, es posible obtener el distintivo ambiental ECO de la DGT, lo que permite circular por las zonas de bajas emisiones.
En definitiva, la transformación a GLP se presenta como una opción cada vez más atractiva para los conductores españoles que buscan ahorrar en combustible, reducir su impacto ambiental y prolongar la vida útil de sus vehículos. Una tendencia al alza que, sin duda, contribuirá a una movilidad más sostenible en nuestras ciudades.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}