Un sicario cruzó varias fronteras para cometer un asesinato en España y regresar a su escondite sin ser detectado. Esto no sería algo demasiado extraño para la policía española, salvo porque en este caso el asesino es un menor de edad de apenas 17 años y porque entre lo pactado con sus ‘clientes’ para llevar a cabo el trabajo incluyó una partida de dinero para adquirir un patinete. Fue detenido hace dos semanas en Torremolinos (Málaga) antes de llevar a cabo su acción. El menor alegó estar de vacaciones y no ha dado información sobre su objetivo ni el origen del encargo.
Según informan a El Confidencial fuentes conocedoras de la operación, el arresto se produjo el 9 de mayo en la citada localidad del sur de España. Los trabajos han corrido a cargo del Grupo IV de Crimen Organizado de la UDYCO Costa del Sol. El joven sicario es sueco de origen árabe y no cumple la mayoría de edad hasta dentro de dos meses. Iba sin documentación en el momento de la operación, pero ya ha sido identificado. Fuentes judiciales y policiales advierten de un auge de la actividad de estos grupos criminales y la aparición de miembros en edades cada vez más tempranas.
Las autoridades de su país dictaron una orden Europea de detención y entrega en el que advertían a todas las policías comunitarias de que es un asesino en potencia y estaba fuera de control, que podría actuar en cualquier momento. En concreto, se le acusa de un delito de conspiración y preparación para cometer asesinato. Según las pesquisas, el plan comenzó a planificarse en la localidad sueca de Vänesborg a finales de abril.
El arrestado se puso de acuerdo con otra persona para matar en mayo a un tercero en España, cuya identidad por el momento se desconoce. Las fuentes consultadas confirman que, a cambio del trabajo, pactó algo inusual en el mundo del sicariato. Recibió dinero para el viajar a España el 30 de abril, para costear el alojamiento, para modificar su aspecto físico y su vestimenta y para adquirir el patinete. Este último punto ha llamado la atención de los investigadores.
La mujer que caza sicarios en la Costa del Sol
Pablo D. Almoguera. Málaga
Existía el riesgo de real de que este presunto criminal consumara el encargo porque entre sus pertenencias tenía una arma de fuego. Tras su detención, el joven se opuso a su entrega a Suecia, por lo que se ha iniciado el protocolo habitual en la Audiencia Nacional. Pasó a disposición judicial del Juzgado Central de Instrucción número 1 y a preguntas del fiscal alegó que estaba de vacaciones en España.
El ministerio público solicitó para él la medida provisional de internamiento en un centro cerrado, atendiendo a su falta de arraigo en el país y la gravedad de los hechos investigados. El juez aceptó la petición y decretó su encierro en el Centro de Menores de Málaga.
Además, el magistrado se inhibió en favor del Juzgado Central de Menores, que la semana pasada acordó la entrega a su país en un plazo de diez días. Según las fuentes consultadas, al menos en la Orden de detención emitida por Suecia, se recoge que el delito de conspiración para cometer asesinato se castiga con cadena perpetua y solo por la tenencia de armas podrías ser condenado a cinco años.
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