Llegó el día. Tras seis años de instrucción y cierre de la investigación con el consiguiente señalamiento del juicio y el arranque de las cuestiones previas el pasado mes de marzo, el expresidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, se ha sentado este martes en el banquillo para declarar como principal acusado en la causa de Erial. El exministro de Trabajo, que se abrió por primera vez desde que se inició la investigación a declarar y contestar a las preguntas del fiscal, desarrolló un relato según el cual los fondos hallados en el extranjero, de repatriación de dinero o las operaciones inmobiliarias a través de sociedades mercantiles eran ajenas a su persona. "No tenía conocimiento", "nunca he tenido dinero fuera de España", fueron frases empleadas por el que llegó a ser portavoz del Gobierno de José María Aznar. Zaplana se presentó en todo momento como alguien que realizaba gestiones e intermediaciones en favor de otros acusados, a veces por razones meramente de amistad, pero dentro de la normalidad y sin que sacase provecho de los incrementos patrimoniales.
El juicio trata de dilucidar la participación de Zaplana y otras 14 personas en una trama de cobro de comisiones y blanqueo de capitales que, según la Fiscalía Anticorrupción, tiene su origen en la adjudicación de estaciones de ITV y parques eólicos a la familia Cotino, que habrían pagado sobornos a través de una sociedad en Luxemburgo denominada Imison International. A partir de ahí, los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, trazaron una red de sociedades y trasferencias de fondos internacionales en las que figura como principal beneficiario un amigo íntimo de Zaplana, Joaquín Barceló 'Pachano', al que la acusación considera el principal testaferro del exministro. Su testimonio, previsto para este miércoles, será clave. Anticorrupción ha mantenido conversaciones para rebajar su petición de penas de prisión si se produce una confesión. También Vicente y José Cotino podrían haber pactado con la Fiscalía, al igual que el que fue jefe de gabinete en la Generalitat, Juan Francisco García. El alcance de estos acuerdos y en qué medida complicarán la defensa de Zaplana se conocerá a partir de mañana.
En torno a Pachano y su relación con Zaplana, el fiscal lanzó un intenso interrogatorio en el que exministro admitió haber realizado gestiones en favor de su amigo, reconoció haber disfrutado de bienes adquiridos por sociedades de Barceló, como un piso de 1,6 millones de euros en la calle Núñez de Balboa de Madrid comprado por la firma Costera del Glorio o una embarcación, pero negó en todo momento que el dinero fuera suyo. Zaplana llegó a confesar su intermediación en una operación para la compra y venta de una parcela en la Urbanización La Finca de Pozuelo que permitió a Barceló obtener una plusvalía de más de dos millones de euros, pero la atribuyó a un mero consejo de un negocio por su relación de amistad. Anticorrupción sostiene que toda la estructura societaria en la forma en que Zaplana movía su patrimonio de forma ilícita.
En el interrogatorio, el fiscal acorraló a Zaplana con los documentos hallados en los registros policiales en su maletín, en el que aparecen referencias a las sociedades investigadas como Medlevante y la relación con el asesor financiero uruguayo Fernando Belhot, testigo de cargo de la acusación, que ha declarado durante la instrucción que manejó fondos y recursos que eran propiedad del expolítico y exejecutivo de Telefónica. Sin embargo, Zaplana quiso poner también una línea de separación con Belhot. Al ser preguntado por operaciones en las que intervenían sociedades controladas por el uruguayo, el exministro las presentó como inversiones propias del asesor que no tenían nada que ver con él.
VÍDEO 📹 | "Fes la cua!".Accidentada arribada de l'expresident Zaplana a la Ciutat de la Justícia pels retrets d'una dona, en el dia que declararà com a imputat pel cas Erial.Més informació: https://t.co/8kvnxPD7fU pic.twitter.com/hslyZmegnt
— À Punt NTC (@apuntnoticies) April 9, 2024
"A Belhot sí lo conozco. Era una persona muy conocida en Madrid, hasta donde yo sé se dedicaba a los negocios. Me propuso varias operaciones que nunca fructificaron, hemos tenido relaciones en el ámbito político de Uruguay, trajo a algún conferenciante al Club Siglo XXI que yo presidía y coincidimos en Argentina, donde me presentó al candidato derrotado por Milei", explicó en referencia al peronista Sergio Massa.
Zaplana y Belhot fueron grabados en una reunión en el Hotel Wellington de Madrid. En las conversaciones se recogen referencias a operaciones económicas a las que el expresidente de la Generalitat trató de quitar trascendencia. El asesor tiene que declarar como testigo por videoconferencia en el mes de mayo. Su testimonio es uno de los que sustenta la acusación porque vincula al expolítico con los fondos en el exterior. Uno de los objetivos de la defensa de Zaplana es desacreditar esa testifical. De hecho, el relato del exministro es el de una versión basada en favores y gestiones desinteresadas en favor de su amigo Barceló para ayudarle a resolver problemas, como fue el caso de unas cuentas bancarias bloqueadas en Andorra boqueadas por en el marco de la causa de las cuentas opacas de Banca Privada de Andorra (BPA). El diálogo entre el Ministerio Público y Zaplana arrancó pasadas las diez de la mañana y se prolongó hasta pasadas las 13 horas. El abogado de Zaplana calificó de "clarificadora" la declaración de su defendido y renunció a realizarle preguntas.
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